La verdad se que últimamente, a Coca-Cola no paran de pasarle cosas raras en su filial española. Si bien no son del todo "empaquetables" los sucesos del ERE que ha tenido lugar en sus embotelladoras (idas y venidas incluídas) y la corta vuelta a la normalidad con su último spot después de un tiempo en los que han mantenido un perfil más bajo en términos de comunicación y marketing.
El anuncio (aquí podéis verlo) trataba sobre un padre y un hijo que, dando un paseo por el parque -refresco en mano- confiesa a su progenitor que se ha hecho del Atleti y enseguida se entiende el por qué de tal confesión cuando aparece una chica vestida con la camiseta rojiblanca. El niño le pregunta al padre que cómo se lo van a decir al abuelo, a lo que el padre responde con un sorbo de Coca-Cola y un "ya nos las arreglaremos"
Pues bien. Hasta aquí todo normal.
Pero parece que ha habido mucho revuelo porque el actor que hace de padre en el spot, Gotzón Sánchez, es un conocido activista abertxale, y el presidente de una asociación de víctimas del terrorismo le pidió a la marca de refrescos en España que retirara el spot, cosa que finalmente han hecho.
Puedo entenderlo... pero también lo cuestiono. ¿Acaso han de pedirnos nuestras ideologías políticas y/o religiosas antes de desempeñar nuestro trabajo? La agencia responsable de contratar a Gotzón Sánchez, justifica que el proceso de selección fue "el de siempre", donde obviamente no se incluyen este tipo de cosas. Quizás el problema esté en la marca.
¿Acaso contratarías tu a un tipo que va a ser la imagen de tu marca sin conocer un poco mejor sus antecedentes? A fin de cuentas va a ser la cara y ojos de tus valores y de tu presencia en el mercado y -sobre todo- en el televisor, durante un tiempo.
Me recuerda a conocidos casos en los que alguna marca ha apostado por un deportista que después resulta que es acusado de dopaje, o que aparece envueltos en casos aún más llamativos (recuerdo algún caso de orgías de jugadores de fútbol dónde se hablaba de menores, droga, etc)
Entiendo la que se ha liado. Entiendo que Coca-Cola prefiera elimintar el spot de la tele. Pero ojo, porque estamos marcando una fina línea en la que parece que si nos salimos de la norma, hacemos algo mal. Y que conste que no defiendo a este tipejo desde el mismo instante que apoya a los etarras, ... en el fondo, el caso me recuerda bastante al del perro-flauta Willy Toledo. Otro tonto contemporáneo para la colección.
Por cierto, pincha aquí si quieres ver el spot censurado y eliminado por Coca Cola