Aprovechando la cercanía de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid, el presidente de Coca Cola, Marcos de Quinto Romero ha arremetido contra todos aquellos grupos que critican que la marca que preside subvencione una visita tan desagradable.
Grupos de activistas de gays y lesbianas, así como grupos ateos y laicos han criticado durante varios meses que la compañía subvencione una visita de un representante de una institución que entre otras actividades se dedica a predicar el odio contra los homosexuales o a difundir mensajes en contra del uso del condón.
“También estamos en la Love Parade de Berlin y en cualquier evento donde la gente pacíficamente se reuna.” indica De Quinto en respuesta a un tweet de un seguidor. Claro está que la Love Parade no ofende a nadie ni predica en contra de los derechos de nadie. Pero, ¿por que no participan entonces en el Orgullo Gay?
Para mi, el hecho de que Coca Cola ofrezca dinero para la visita de un personaje homófobo es como si la marca subvencionara la visita de un alto líder del Ku Klux Klan. Con las únicas dos diferencias de que el primero es además de un homófobo líder de una institución religiosa y de que además de discriminar a homosexuales, también hace los mismo con las mujeres y con todo aquel que piense diferente dentro de su misma institución.
En resumidas cuentas, patrocinar la visita del Papa es un hecho despreciable, insensato para una marca de refrescos tan consumida entre todo tipo de población. Desde estos párrafos sugiero un boicot total y completo a todos sus productos, no solamente desde la población LGTB, si no también desde familiares, mujeres y laicos.
Proponemos a CocaCola España para el premio homofobia del año, por participar en la visita a nuestro país de un personaje que se manifiesta en contra de los derechos humanos y civiles de las personas LGTB.