La incautación de 20 kg de cocaína líquida procedentes de Cuba, enmascarados en envases de jugos tropicales, fue el último paso antes de la detención de los miembros restantes de una banda criminal que distribuía hachís y cocaína en España, indica un comunicado de la Guardia Civil reproducido por la prensa española, que identifica la operación con el nombre en código de “Zorrito”.
Luego de enterarse de que la organización que estaban investigando esperaba un envío procedente de Cuba, el cual sería trasladado a Sevilla tras hacer escala en Madrid, las autoridades organizaron un dispositivo para la detención de los presuntos organizadores y la incautación de la cocaína líquida, camuflada como jugos tropicales.
La nota de la Guardia Civil precisa que en el planeamiento de este contrabando se destacó el mencionado ciudadano cubano, radicado en España y con numerosos antecedentes de hechos similares, aunque no se revela su identidad.
Tras esta última incautación, fueron detenidos los demás vinculados con la organización que aún se encontraban en libertad, para un total de 15 detenidos. Otros dos se encuentran actualmente en prisión por su presunta participación en el secuestro y asesinato de un hombre como represalia por la desaparición de dos fardos de hachís.
La banda operaba desde la zona de la sierra de Cádiz y la comarca de Jerez, en el sur de Andalucía, y se financiaba con el transporte de hachís de muy alta calidad hasta zonas tan distantes como Galicia, Madrid o Toledo, en el norte y centro del país, para lo cual usaban como “mulas” a jóvenes de la zona de la sierra gaditana. Estos regresaban con cocaína que luego se distribuía en la región andaluza.
La líquida viene en “cocteles”
En marzo del 2011 el diario colombiano El Espectador reportó lo que denominó como el boom de la cocaína líquida, una nueva forma de mimetizar la droga diluyéndola que empezaba a hacerse común en Latinoamérica.
El reportaje mencionaba ocho casos en un mes en Medellín, más otros en países de la región en los que el estupefaciente se enmascaraba como vino, champú o ron. La cocaína líquida incluso representaba una ventaja para quienes llevaban la droga en sus cuerpos. “Con ayuda de un químico hacen la transformación y, tras ingerirla, el escáner lo detecta como si se tratara de gases en el estómago”, explicó a El Espectador el coronel José Acevedo, comandante de la Policía del Departamento de Antioquia.
Si se mezcla con gasolina es casi imposible para los perros antinarcóticos olfatearla, agregaba el diario.
En España, el 12% de droga oculta que se incautó en 2014 venía diluida; el 5% estaba dentro del organismo de quien la transportaba; y el 23% en el clásico doble fondo. Pero también se detectaron, en menor escala, métodos más creativos.
En agosto de 2014, agentes de la Policía española incautaron más de 8 kg de cocaína en el aeropuerto de Madrid con destino a esa capital, Barcelona y Alicante. Los arrestados camuflaban la droga en juguetes, la impregnaban en prendas de vestir y la mezclaban en paquetes de café molido; y en un lote de jarras de cerveza con líquido refrigerante este resultó ser cocaína líquida.
Cuba: a más seguridad, más intentos
En su más reciente informe sobre Estrategia de Control Internacional de Narcóticos, referido al año 2014, Estados Unidos otorgó un aprobado a los esfuerzos antidrogas de Cuba:
“A pesar de su ubicación, entre algunos de los mayores exportadores de drogas ilegales del hemisferio y el mercado de Estados Unidos,Cuba no es un importante punto de consumo, producción o tránsito de narcóticos ilícitos. La intensa presencia de seguridad en Cuba y sus esfuerzos bilaterales de interdicción han reducido efectivamente la oferta interna de narcóticos, e impedido que los traficantes puedan afincarse en la isla”.
Después del proceso contra el general Arnaldo Ochoa en 1989, el Gobierno cubano se ha esforzado por despejar las sospechas –y echar tierra a las evidencias– de la participación de Cuba en el narcotráfico. Pero en la misma medida en que se ha vuelto un lugar más difícil para los traficantes, estos se aprovechan (obviamente tras hacer cálculos de riesgo-beneficios) del factor sorpresa que ello implica.
La Aduana cubana informó que durante 2013 detectó y frustró 43 casos de intento de entrada de drogas al país, cifra que, subrayó, fue superior al año precedente. Según el reporte, 35 de esos operativos se efectuaron en el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana.
En 2014 se detectaron 49 casos y requisaron 49.38 kg de alucinógenos. El contrabando por aeropuertos cubanos experimentó un crecimiento en los cinco primeros meses del presente 2015, con el decomiso de 51 kg de narcóticos, una cifra que supera lo confiscado en todo el año anterior.
En diciembre de 2012 el diario La Voz de Galicia reportó la interceptación por la policía local de un alijo de 65 kg de cocaínavalorados en cuatro millones de euros, en un contenedor de carbón procedente de Cuba que llegó a través del puerto de Vigo. El diario calificaba de novedoso el puerto de origen del contenedor, “ya que Cuba no suele ser lugar de embarque habitual de narco-contenedores”.
MARTÍ NOTICIAS