Este es el tipo de afirmación que generalmente hacen saltar los adeptos de los coches eléctricos. Sin embargo el tiempo de recarga está claramente presente entre las barreras de la integración masiva de los coches eléctricos entre conductores.
Si la recarga a domicilio – mayormente nocturna – cubre la mayoría de las necesidades del día a día, hay que admitir que la falta de infraestructuras de recarga (rápida) sigue siendo un gran freno para el uso a medida que uno se aleja del radio de acción acostumbrado de los automóviles totalmente eléctricos.
1 – El deseo de las electrolineras de carga rápida
El sector público, teniendo otros objetivos que paliar la ausencia o falta de inversión en el sector privado, tiene dificultad para negar la urgencia de poner en marcha y rápidamente una red de puntos de recargas rápidas capaces de ofrecer un alto nivel de servicio al conjunto de los compradores de coches eléctricos.
Con un poco de imaginación, pragmatismo y ayuda de parte de grandes grupos energéticos privados, este proyecto no tiene nada de utópico. Sin embargo, incluso en 2014, se puede constatar que las grandes compañías prefieren reinvertir en sus bombas de petróleo en vez de hacerlo en sus servicios de carga rápida para coches eléctricos a lo largo de los grandes ejes de circulación. Y todo ello con la bendición de los gobiernos…
2 – El caso particular de Tesla
Si la Model S experimenta semejante éxito, no es únicamente debido a las prestaciones de los coches en si. El acceso gratuito e ilimitado a los Superchargers es una ventaja real. A pesar de las críticas legítimas respecto al marketing “Drive Free”, la marca americana no deja escapar una sola ocasión para alabar las capacidades de sus electrolineras particulares para hacerle sombra a los bidones de petróleo.
Recordemos de paso que la inefable eficacia del método Tesla para implantar “Superchargers”: gracias a un ritmo de implantación especialmente alto, los propietarios de modelos Tesla podrán, a partir del año que viene, aventurarse en trayectos que abarcarán nada menos que Europa en su totalidad prácticamente. Además de la cobertura geográfica que ofrecen estas electrolineras, es su capacidad energética la que impresiona pues en 15 minutos, los propietarios de la Model S pueden recuperar hasta 200 km de autonomía adicional adaptando la velocidad de su bólido. Un rendimiento que hará soñar a unos cuantos potenciales compradores de coches eléctricos.
3 – El térmico al rescate de las debilidades de los coches eléctricos
La otra solución que, dicho sea de paso, solo recibe un débil apoyo por parte de los incondicionales de coches eléctricos, es el híbrido recargable o eléctrico con prolongadores de autonomía. Dos soluciones relativamente limitadores y costosas puesto que obligan a conservar dos motores a bordo del vehículo a pesar de que la presencia del uno o del otro no siempre es indispensable para el uso.
No obstante, en el caso del eléctrico a prolongador de autonomía, la presencia de un pequeña generador constituye una respuesta pragmática para aumentar puntualmente la autonomía de un vehículo eléctrico sin tener que preocuparse de los puntos de recarga durante su trayecto. La otra virtud del eléctrico a prolongador de autonomía, es la de aumentar potencialmente el uso de vehículo, tranquilizando el usuario en todas circunstancias. Un coche eléctrico equipado de un alargador de autonomía se ofrece como disponible en todas circunstancias, incluso para los trayectos en la que la posibilidad de recargar en el trayecto se ve reducida o imposible por falta de puntos de recarga.
4 – Gestionar la transición de manera pragmática
Entre los incondicionales de los coches eléctricos al 100% y los adictos al térmico que solo creen en vehículos capaces de atravesar toda España sin tener que repostar, habrá que llegar a un compromiso para poner de acuerdo el mayor número a la causa eléctrica.
El híbrido recargable y el eléctrico con alargador de autonomía componen ese justo medio. Como ya se ha explicado varias veces en www.1cocheelectrico.es, los coches eléctricos con prolongador de autonomía hacen parte de las soluciones que merecerían mayor interés y mayor desarrollo para electrificar los pequeños vehículos puesto que intrínsecamente más barato que una cadena de tracción híbrida recargable.
Hasta el momento, es una solución poco explorada por las grandes constructoras de automóvil puesto que técnicamente se acerca muchísimo más a un vehículo eléctrico puro que uno térmico, incluso en su uso.
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