Regresamos con la serie dedicada a los coches más icónicos de los años 80 y 90, dedicada hoy a uno de los más grandes y recordados de aquellos años (y de todos los tiempos), el Renault 4 o, como se le conocía en España, el “Cuatro Latas”.
En realidad el Renault 4 salió al mercado décadas antes. Se presentó oficialmente a la prensa francesa el 28 de agosto de 1961 y, posteriormente, hizo su aparición en los Salones de París y Frankfurt. No obstante, su comercialización se realizó año más tarde, en 1962. El éxito fue inmediato, vendiéndose un millón de unidades en tan sólo cuatro años. Cuando finalmente se canceló su producción, en 1992, el número de unidades vendidas alcanzó los ocho millones, todo un récord de la industria automovilística, sólo por detrás del Ford-T y el VW Escarabajo.
El concepto del Renault 4 fue todo un acierto para aquellos años del “Baby Boom”. El fabricante quiso comercializar un pequeño berlina con motor y tracción delanteros, espacioso, de prestaciones humildes pero muy resistente, ideal para familias de clase media que necesitasen espacio para moverse y viajar.
Además, su bastidor plano y su carrocería de gran altura le hacían perfecto para circular por entornos rurales, por lo que quizás se le pudiese considerar como el primer “Todocamino” de la historia. Tal fue la fama (merecida) de coche duro y fiable que la propia Guardia Civil lo utilizó como coche patrulla para sus dotaciones rurales (algo que ya había hecho con anterioridad la Gendarmería Francesa).
En cuanto a potencia de motor, tuvo varias motorizaciones a lo largo de sus años de vida, aunque todas ellas de prestaciones muy justas. Desde los 600 cm³ y 23 CV del R3 a los 1108 cm³ y 34 CV del modelo GTL. Eso sí, sus consumos en todas las motorizaciones eran bajos para la época, con una media de 6L/100km.
Tal fue su popularidad que también se comercializaron (con gran éxito) dos versiones furgoneta, el Renault 4 F4 y F6, automóviles igual de fiables y robustos que sus hermanos pero con más capacidad y altura para transportar mercancía, incorporando además un gran portón trasero totalmente innovador en aquel momento.
Pero como todo mito, al Renault 4 le llegó su fin. Tras 30 años (increíble que un modelo esté en mercado 30 años), de indiscutible éxito, el Renault 4 quedó obsoleto,optando la casa por no hacer las inversiones necesarias para renovar el modelo, cesando su producción en 1992.
Sin duda al Renault 4 fue uno de los más míticos coches de la historia del automóvil y su longevidad, extendiendo su vida hasta 1992, hace que, por suerte, todavía se pueda ver algún que otro modelo por nuestras calles.