Esta semana hemos recibido unos ricos y saludables regalos de la madre tierra entre ellos: las espinacas, el apio y el exuberante perejil de nuestra amiga Subi, las patatas, cebolla y zanahoria de Esther y las berzas y la menta de mi padre, gracias a todos por contribuir a nuestra sana alimentación.
Me encantan los productos de temporada de estas huertas de confianza porque sabemos que además de alimentar nuestro cuerpo se alimenta nuestra alma con el cariño con que nos brindan estas viandas. A mí me toca la parte fácil… cocinarlas
Como hoy contaba con mucho tiempo para mimar mi potaje me dispuse a preparar un buen cocido vegetariano con su caldito limpio incluido y la verdad es que salió de rechupete.
Por un lado cocí las patatas, las zanahorias, una cebolla, un diente de ajo y una ramita de apio en una olla. Salé y añadí un generoso chorrito de aceite de oliva virgen. Por otro lado dispuse la verdura de berza cortada en otra olla. Una vez estaban todos los ingredientes bien cocidos, colé el caldito de cocer las patatas y la zanahoria y lo serví para tomar este consomé bien calentito (riquíiiisimo, que sustancia!!)
Por otro lado preparé un refrito con aceite, ajo y pimentón dulce y lo eché sobre la verdura y los garbanzos (usé garbanzos ecológicos cocidos de la marca Cal Valls). También freí un par de chorizos de seitán con sabor ahumado y finalmente emplaté todo el cocido separando los ingredientes para saborear bien cada uno.
Con este plato delante ¿quién se atreve a recurrir al “tópico” sobre los vegetarianos?