Llama la atención el revestimiento de parquet espigado en la pared, como continuidad del suelo, es un detalle algo excéntrico no apto para todos los públicos.
Esta cocina tiene un montón de cosas que nos gustaría tener en nuestra casa. Lo primero que está integrada con el comedor y el salón, en un espacio luminoso y abierto ideal de entretenimiento.
Como el salón diáfano tiene esa ligera forma de L cada zona está bien delimitada, pudiendo hacer diferentes actividades a la vez sin molestarse, por los distintos miembros del hogar.
Nos gusta mucho que parte de la cocina esté completamente empotrada en la pared y las puertas de los muebles sean lisas, minimalistas, con tiradores escondidos y un acabado blanco mate.
La península central de trabajo es amplia y cómoda, con mucho espacio de almacenamiento. Todos los electrodomésticos están integrados y hay acceso directo al balcón, lo que facilita las comidas al aire libre en verano.
El conjunto nos gusta mucho, el estilo es claramente delikatissen si nos permitís :), una cocina nórdica abierta blanca con isla/península casi siempre es un si para nosotros, pero todavía le estamos dando vueltas a ese parquet en la pared, en el suelo de la cocina ¡si! definitivamente, ¿pero en la pared? mmm… creo que no ¿qué os parece a vosotros? ¡Feliz lunes!
Vía: Valvet