Son sólo 38 m² de vivienda, pero recogen todo el misticismo de la luz nórdica y la belleza del estilo escandinavo, empezando por la cocina, de líneas rectas en color verde mint.
Hace unos años cuando el color verde mint se puso muy de moda sabíamos que no sería algo pasajero, como ocurre con muchos colores fuertes que son tendencia una temporada y luego acabamos aburridísimos de ellos.
El mint, al ser una tonalidad suave, tirando a pastel, limpia, más bien neutral y muy agradable, llegó un día para quedarse y explorar todo tipo de acabados, desde revestimientos de paredes, a textiles o muebles.
Por sus características, el estilo nórdico recibió al mint con los brazos abiertos y ya es, junto con el blanco y otros neutros, un color de referencia en este estilo decorativo. En este caso está aplicado en una cocina nórdica abierta con mucho acierto. ¿Que os parece este color para una cocina? ¡Feliz lunes!
Vía: Historiska Hem