La olla exprés es un aparato temido por mi generación. Nuestras madres y abuelas dejaban sorda a media familia un par de veces por semana con el pitido de la olla, y sin embargo ahora cuando le comentas a alguien que “eso en la olla exprés se hace en un plis” lo más común es que te pongan cara de susto, abran mucho los ojos y aseguren que les da mucho miedo usarla. Claro, está España llena de muertos por la olla exprés, no te digo… Si, ya sé que todos los del club del miedo a la olla exprés tienen a punto la historia de una abuela o una tía a la que le explotó la olla. Si de verdad hubieran explotado en España tantas ollas exprés el chisme habría dejado de venderse ¿no creéis? Vamos a ver, que la mayoría de nosotros vivimos o hemos vivido años con una bombona de butano debajo de la cocina y ahora lo que nos da miedo es que nos explote la olla exprés….
Ventajas de cocinar con una olla exprés
Yo tengo esta
La olla exprés es una gran herramienta. Ahorra tiempo, que hoy en día el tiempo para cocinar es un bien escaso, por lo visto. Los españoles vemos, según las encuestas, más de cuatro horas de televisión al día, pero de cocinar no tenemos tiempo. Vale.
Decía que además de ahorrar tiempo, la olla exprés ahorra energía (y tal y como se está poniendo el precio de la luz y del gas, yo la sacaría del armario ya) porque necesitamos tener el fuego encendido menos tiempo que si cocinamos en una cazuela normal, también conserva mejor los nutrientes porque se necesita menos agua, lo que unido al menor tiempo de cocción reduce la cantidad de nutrientes que se pierden en el líquido. Todo son ventajas.
No hace falta ser ingeniero aeronáutico para cocinar en la olla exprés, de verdad os lo digo. Aquí os dejo un manual de seguridad:
En primer lugar poneos casco, rodilleras y chaleco antibalas.Y haced testamento. Por si explota.
Aunque ahora mismo las ollas más modernas del mercado permiten cocinar incluso porciones muy pequeñas de alimento, lo más habitual es que la olla necesite estar llena al menos hasta un cuarto de su capacidad (si no, es posible que no se haga vapor suficiente para obtener la presión adecuada) y no se recomienda llenarla más de tres cuartos de su capacidad porque entonces aumenta el riesgo de que se obture la válvula con algún trocito de alimento que pudiera subir a causa de la presión, o que el líquido se salga por la válvula y nos pringue la reluciente cocina sin usar. No os alarméis, si esto pasara, y salvo que aún uséis una olla a presión de esas de la posguerra que se cerraban enroscando el pomo y tenían una válvula giratoria con una bola negra encima, las más actuales tienen doble válvula de seguridad, por lo que si una se obturara la otra se encargaría de evitar el desastre. Y puesto que todos tenéis Iphone e Ipad y posiblemente hasta Thermomix, doy por hecho que vuestra olla exprés tiene menos de 20 años.
Goma de la tapa, la venden en cualquier ferretería.
Si además de controlar el nivel de llenado, nos aseguramos de limpiar muy bien la tapa tras cada uso, especialmente la válvula y la goma, las posibilidades de formar parte de la ingente lista de damnificados por la olla exprés son muy pocas. Si veis que no cierra bien porque la goma de la tapa está rota o rígida, se puede comprar la goma suelta y cambiarla por muy poco dinero, no hay que tirar la olla, que nos conocemos y la obsolescencia programada ha hecho mucho daño.
Una vez pasado el chequeo de seguridad, y llenada y cerrada la olla, vamos al fuego con ella (ánimo valientes). La podemos poner a fuego fuerte hasta que empiece a silbar o hasta que el indicador de presión llegue al punto que nos interesa (las ollas modernas no pitan) que suele ser con un chisme que va sobresaliendo y enseñando rallitas a medida que la presión sube. En ese momento podemos bajar el fuego y empezar a contar el tiempo (sé que a menudo los tiempos se dan desde que se pone la olla al fuego, a mi me parece poco práctico y más fácil el error, porque lo que tarde la olla en alcanzar la presión depende de bastantes factores).
Indicador de presión con rallitas
Puede que vuestra olla traiga un manual con indicaciones de tiempo por producto y posición de vapor si la olla tiene varios grados de presión. Podéis fiaros de esas indicaciones, a ver que tal. De todas formas os voy a dar tiempos aproximados. Recordad que el tiempo que os doy empieza a contar cuando la olla ha alcanzado la presión y bajamos el fuego, estos tiempos pueden variar según la olla y el producto, son sólo una indicación aproximada:
- Lentejas: sin remojar 7-8 minutos (truco: si añadimos arroz integral en la misma olla tarda lo mismo, plato completo muy rápido, muy sano y sin ensuciar muchos cacharros)
- Otra legumbre remojada 12 h: 9-12 minutos
- Caldo de verduras o de pescado: 7-8 minutos
- Caldo con carne: 12-15 minutos
- Pollo a cuartos: 9-11 minutos
- Ternera a dados: 8-10 minutos
- Arroz integral: 7-8 minutos
- Arroz blanco: unos 5 minutos
- Pasta: no me seáis vagos, que tarda 7-8 minutos en olla normal y aquí la vais a hacer pasada fijo.
- Patatas: 7-8 minutos
- Pescado: hacer pescado en la olla exprés es una aberración, si queréis hace un guiso de pescado preparad la base en la olla (por ejemplo de patatas caldosas) y luego le añadís el pescado ya con la olla abierta, para que no se os pase de cocción.
- Verduras para purés: 3-4 minutos
Una vez pasado el tiempo, se apaga el fuego y ponemos la olla en la posición de despresurizar (posición en la que empieza a silbar como si fuese a salir despedida al espacio exterior y a soltar vapor) y la dejamos sola hasta que la presión haya bajado del todo (deje de silbar y el indicador de presión haya bajado). Entonces ya la podemos abrir, y dar gracias a los dioses por habernos sacado sin rasguño de hazaña tan valerosa como cocinar con esa arma de destrucción masiva.
A veces se aconseja poner la olla bajo el grifo de agua fría para despresurizar. Pamplinas. Si tarda un par de minutos en despresurizarse sola si la ponemos en la posición adecuada. No hay necesidad.
Lentejas hechas en la olla exprés, receta en Dime Qué Comes
Un consejo para principiantes: si tenéis dudas con los tiempos, es mejor quedarse corto. Si al despresurizar y abrir la olla veis que falta cocción es muy fácil de arreglar: volvemos al fuego con la olla abierta para que se siga cocinando hasta que el producto esté en su punto, o volvemos a cerrar y la dejamos volver a coger presión en el fuego (tardará muy poco porque ya no empezamos de cero, si no con el producto casi hirviendo). La primera opción es recomendable si se trata por ejemplo de un arroz o unas patatas a los que les faltan menos de 5 minutos, y la segunda para unos garbanzos que al abrir la olla todavía están como piedras.
En resumen: usar la olla exprés es económico, ecológico, rápido y práctico. Y saber usarla favorece que cocinemos platos sanos, como por ejemplo las legumbres o guisos con poca grasa añadida. Y además todos pensarán que somos muy valientes.
Espero que me dejéis en los comentarios las aventuras y desventuras acaecidas en vuestra familia cocinando con la la olla exprés.
El artículo Cocinar en la olla exprés, ¿quién dijo miedo? apareció publicado primero en Dietistas-nutricionistas, portal de nutrición.