CODE WALRUS PROJECT: DODECAPHONISM FECALCISM DEMO (2019, PROGSITIVE RECORDS)
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- Rembleck Lamseleuh
- Invalid Groove
A veces, muy pocas veces, casi por arte de magia y como quien no quiere la cosa, salta la sorpresa. Cuando las producciones se realizan desde el corazón y sin ataduras inquisidoras que manejan los resultados al antojo económico, asistimos, atónitos, a una vastedad sonora que supera, infinitamente, a proposiciones maliciosamente dirigidas a un consumo que no hace sino desvirtuar el concepto y definición de lo que es el Arte: la recreación de los sentimientos en formas bellas valiéndose, en el caso que nos ocupa, de la música.Esto mismo es lo que consiguen Code Waldus Project, un egregio dúo formado por Chou Saavedra (guitarras, bajo y producción) y el baqueteado provocador musical Luis Arnaldo Álvarez (batería, teclados y voces). Dos músicos que llevan una enorme carga de inspiración musical y que sueltan, como si nada, a bocajarro, esta bomba progresiva que muy pocos, desgraciadamente (o si soy muy egoísta, afortunadamente), tendrán el gusto de paladear, a no ser que se investigue (este es un buen medio de hacerlo) en lo que realmente vale la pena escuchar.Es tal la vehemencia impetuosa de esta propuesta astur, que el primer trallazo se exhibe en más de 20 minutos y puedo asegurar, sin dudarlo un instante, que se hace corto. Cada segundo de esta insigne composición, incluido un enorme sentido del humor, es un ejercicio de progresivo majestuoso que bucea, si hallásemos su común denominador, en un progresivo de vertiente hard, con intrincadísimos recorridos, ritmos y polirritmos, llenos de melodías y trayectos musicales henchidos de inspiración, técnica y sentimiento. Dream Theater rabiarían de envidia si escucharan este torrente de creatividad.Pero no sólo de lo progresivo más metalero vive ni este tema ni el resto del disco, sino que encontramos propuestas sinfónico progresivas en las que las guitarras alargan las notas creando melodías que se sustentan en teclados, dando un resultado de sabor clásico e inesperado a estas alturas del siglo XXI. De este modo podemos escuchar momentos a la Camel, incluso floydianos, que discurren incesantes en esta maravillosa rodaja plateada que, incluye, además, momentos de entusiasmo experimental y de vanguardia. Enormes ejercicios a la guitarra, con colchones y teclados solistas, así como ritmos exhuberantemene creativos y complejos que actúan como aglutinantes de esta absoluta obra maestra, que el grupo, y esto es literal, define modestamente como demo, como una muestra de lo que realmente se va a avecinar.Este despliegue de auténtico progresivo muestra, sobre todo en su parte final, si cabe, todos los detalles y el potencial que el grupo puede alcanzar en una publicación posterior en la que el dúo ya se habrá erigido en el generoso latido de honradez musical que tanta falta hace en estos tiempos que corren.Si he despertado tu curiosidad musical, ávido lector, dirígete a toda velocidad a [email protected]y concédete un pedazo de historia musical que muy pocos van a poder y saber degustar en su justa medida. Abstenerse, eso sí, petimetres de obeso cerebro.