Revista Internet

Código 15 en el Gregorio Marañón, ¿pero algo así es necesario?

Por Fransanlag @fransanlag

Imagen en Flickr, disculpen las molestias.

Esta mañana pude leer una noticia que llamó mucho mi atención en el Libertad Digital: “Código 15 en el Gregorio Marañón“.

Lo primero que vino a mi cabeza al leerla fueron mis días en los que daba clases de Diraya (la historia electrónica de salud de Andalucía).

Cuando explicaba lo que era la trazabilidad de los accesos a la información, siempre hacía la misma broma… “¡No vayáis a entrar en la historia clínica de Chaves -por aquel entonces presidente de la comunidad autónoma de Andalucía- que seguro que saltan 20 alertas en Servicios Centrales y sabrán que habéis sido vosotros!“.

Sinceramente lo decía en tono de broma… pero siempre había alguien que ponía cara de sorprendid@… como un niño pequeño al que pillan haciendo algo y, la verdad, es que no es ninguna locura pensarlo, ¿no?

Pero este no es el motivo por el que me he decidido a escribir hoy… en el artículo hay algunas frases que me gustaría comentar con vosotr@s.

  • Se lanzaron a los ordenadores para comprobar el ingreso de nuevos pacientes“. Puedo entender el interés que genera una persona relevante, pero no comparto en absoluto el mal uso de una herramienta para el cotilleo. Habría que ver cuánt@s de l@s que se lanzaron a los ordenadores (que seguro que hay mucha exageración periodística detrás de esta afirmación… pero cuando el río suena…) son l@s que luego se quejan de los sistemas de información sanitarios y reniegan de su uso. Y que conste que estoy convencido de que sólo una minoría de profesionales intentarían cotillear en la historia clínica de Rubalcaba…
  • Se decretó el código 15 , un sistema por el cual no se puede entrar en el registro ni puedes ver a los pacientes nuevos“. Aquí está la madre del cordero, lo que verdaderamente me tocó la moral. ¡¿¡Estamos locos o qué!?! ¿Qué clase de censura absurda es esta? Demasiado parecida a ciertos países que “cortan Internet” cuando hay problemas. ¿Presuponemos que todos somos cotillas? ¿Presuponemos que todo el mundo hace un mal uso de las herramientas? ¡Pobrecitos, qué no saben lo que hacen, vamos a cortarles los accesos para que no se equivoquen! ¿Es verdaderamente necesario que existan este tipo de protocolos -código 15-? Si este es el 15… ¿es qué hay más parecidos? Y, lo más importante, ¿qué pasa con los profesionales que quieren hacer su trabajo y lo ven imposibilitado por una medida de este tipo? ¿Con qué cara se queda el/la informátic@ de guardia cuando le llamen quejándose por un fallo en la aplicación que no les deja ver al paciente que tienen esperando en la puerta de la consulta? ¿Es que el resto de ciudadanos no merecen el mismo nivel de seguridad en su información que el vicepresidente?

Aceptemos barco, pensemos que el estado de salud de un dirigente del gobierno requiere una protección especial… ¿es necesaria una medida así? Posibilidades que se me ocurren a bote pronto: bloquear sólo la historia de la persona VIP, usar seudónimos, controlar estrictamente los accesos a la historia, una ventana emergente de advertencia… vamos, si me apuras, hasta no usar la historia electrónica para datos sensibles, pero no interfiramos en el funcionamiento de todo el hospital. Pero, pensemos en alto, ¿no será que nuestros sistemas de información no están preparados para estas circunstancias especiales y, cuando llegan, hay que hacer algo de prisa y corriendo aunque afecte a todos? Me inclino a pensar que es así…

Ahora ya en serio, he comentado la noticia pensando que es 100% fidedigna, pero todos sabemos cómo funciona la prensa en estos casos… puede que ni exista tal código 15. De todos modos, me ha parecido importante hacer el análisis como si fuera totalmente cierto porque me ayuda a generar un debate muy importante.

Lo de Rubalcaba no deja de ser una curiosidad, pero el día a día de nuestros hospitales nos pone a prueba a diario en lo que se refiere a mantener el anonimato de nuestros pacientes: casos de malos tratos, órdenes de alejamiento, donaciones de órganos… y SIEMPRE ESTAMOS OBLIGADOS a mantener la confidencialidad y el secreto profesional de la información que manejamos, es decir, no vale curiosear en la historia del vecino, en la historia de tu expareja, en la historia de la del 5º de tu bloque…

Como siempre digo, al final la tecnología es sólo una herramienta, como un cuchillo, no es ni buena ni mala, todo depende del uso que se le dé. La concienciación y la formación continuada son la clave para que medidas del tipo “código 15″ no lleguen a ser necesarias nunca.

Afortunadamente, las cosas van cambiando y la seguridad y privacidad ya no es una cosa de “frikis”. Nuestros profesionales están cada vez más concienciados y demandan más herramientas y formación al respecto.


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