José Sant Roz
- Vicentico Gómez (el hijo del tirano Juan Vicente Gómez) fue a parar a Suiza siendo general y regresó “soldado” en una urna. Evidentemente había terminado haciéndose suizo porque se llevó para ese país una inmensa fortuna. Aunque para nada,… no era afortunado.
- El gran poeta José Antonio Ramos Sucre cargado de dolores del alma llegó a Ginebra, vio aquella dantesca alucinación de abotagados vividores, imbuidos en los menesteres de la banca más perfecta del planeta y se lanzó por un puente. En cada suizo hay un escalador de montañas financieras encaletado. Horroroso!
- Laureano Vallenilla Planchart estudió su bachillerato y su carrera de leyes en Suiza y se hizo tan ladrón que llegó a ser ministro de Relaciones Interiores de la dictadura de don Marcos Pérez Jiménez. Era tan SUIZO que lo envidiaban horriblemente todos los betancuristas (que hasta el carro se lo secuestró Betancourt). Y llegó a robar tanto y se hizo tan suizo que poco antes del 23 de enero de 1958 traicionó a su benefactor, regresando a su terruño amado entre cajas fuertes, alarmas por doquier y carros blindados…
- Vinicio Carrero, el ministro de Transporte y Comunicaciones de Luis Herrera Campins, fue el más suizo de todos los copeyanos.
- Los grandes ladrones de todas las naciones ocultan sus robos en la banca Suiza, y el país en América Latina más parecido a Suiza es esa deprimente colonia de los gringos llamado Panamá.
- Si usted es un grandísimo ladrón, en lo primero que debe pensar es en Suiza que allí no hay manera de descubrirle sus cuentas (que se lo pregunten al Bárcenas de Rajoy). Miles de venezolanos que se llevaron hasta las pocetas de las oficinas donde laboraban durante la IV república escondieron allí sus capitales.
- Suiza amaba a la Alemania hitleriana y en plena guerra mundial se declaró neutral, y le dijo a los nazis que su sistema financiero les permitiría esconder hasta los dientes de oro de los judíos que iban a ser incinerados, y los banqueros europeos se frotaron las manos y gritaron: ¡BINGO, VIVA SUIZA!
- ¡Toda la mierda del mundo está contra nosotros y es justo que ese país de blanqueadores de capital también nos lance sus sermones! ¡Qué privilegio! Qué bien, señores pendejos suizos que metan su cuchara y se unan al concierto de los que piden hacernos papilla.
- Durante el Puntofijismo nos moríamos de mengua, con puros besos de Judas por parte de todos los gobiernos que nos llamaban “ejemplar país democrático”. Así lo dijeron George Bush y Henry Kissinger… y los suizos se suicidaban felices porque no había una Venezuela independiente. Que ahora por existir el chavismo se suicidan en los demás, viviendo de la estafa… dicen.
- Ganaban los adecos y gobernaban los mismos, y hubo un adeco (Manuel Peñalver) que se lanzó con la frase aquella que revolucionó el pensamiento del feroz betancurismo de entonces: “Ciertamente NO somos suizos… con esta banca de negros que nos gastamos, empezando por Eleazar Pinto el que de portero pasó a jugar golf en el Country Club”. Eleazar Pinto se pasó de suizo!
- Venían los copeyanos y era la misma vaina: aquí todos los partidos querían hacerse el suizo.
- Y había odio y dolor, hambre y miseria, horripilantes Tribus Judiciales que pactaban todo con la Corte Suprema de Justicia; y estaban a la orden del día masacres a granel, reiteradas violaciones a los derechos humanos, torturados y robos espantosos al erario público, pero… jamás hubo un suizo que condenara a Venezuela por todas estas prácticas monstruosas. Claro!
- Los suizos eran sólo suizos y pendejos abúlicos y más nada, que ahora buscan protagonismo con nosotros para salir de sus antros de desolación y parecerse un poco a Juan Manuel Santos, a Peña Nieto o a Kuczynski,… Tú, Laureano Márquez, de la estirpe de aquellos godos a los que Bolívar mandó al infierno: “Contad con la muerte… grandes carajos…”. Bolívar fue muy carajero.
- . ¿Qué puede saber un suizo de Bolívar que sólo tienen alma y cerebro, con sus mugrientas manos que sólo saben ocultar dinero, los más grandes cabrones del planeta: manoseadores de plata mal habida que le llega de casinos y burdeles, de garitos, de negocios con tratas de blanca, con mafias y narcotraficantes? Para mí no hay diferencia entre un suizo y un bachaquero! Bolívar que se ha vuelto hoy más peligroso que nunca, resurgen como un vaporón de fuego dándole en la madre también a los suizos.
Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia. Anuncios &b; &b;