Revista Cultura y Ocio

Cogiendo polvo

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Cogiendo polvo
     "Lo que obliga a leer es cuando sentimos que la obra es necesaria, escrita con una sensación de gran necesidad por parte del escritor de dejar que esa obra saliera a la luz.
     Hay muchos libros que suenan igual que otros, muchos poemas también. Los autores profesionales, con largas carreras, muchos escriben muy bien pero no realmente maravilloso. 
     Cuando lees algo maravilloso, todo cambia."
Paul Auster
     No sé si os pasa como a mi, o tal vez soy yo la rara, pero comprar libros me proporciona un extraño placer. Está claro que depende de la economía, pero esa sensación al salir de la librería con una bolsa y un libro que promete contarme una historia maravillosa (lo sé... promesas que no siempre se cumplen) es un momento inigualable. Salvo tal vez entrar a la librería, la anticipación a ese mismo placer.
     Muchos son los días que en Facebook o en twitter os enseño los libros nuevos que van entrando por mis estantes, y ahora estoy hablando de los estantes reales, esos que si pudieran se quejarían por el peso que llevan años soportando. Y es que... me gusta comprar libros. Pero no es mi culpa sino de los avances editoriales, las catas, las entradas en publicaciones culturales o blogs que me hablan de libros fantásticos o personajes que tengo que conocer. Y yo me lo creo, ¡los tengo que conocer!. Por no hablar de esa terrible enfermedad viral llamada boca a boca que provoca y que se transmite como la gripe, por el aire. Llega una persona a un grupo y le cuenta que ha leído un libro fantástico, maravilloso... y se lo compra a otra, que dice lo mismo y así pasa a otra y a otra... y evidentemente también lo cogemos. Porque además de estas gripes de tinta no nos vacunamos ni queremos hacerlo. Reconozcámoslo, es casi una excusa eso del boca a boca. En realidad y si por mi fuera me compraría... los de mis autores de siempre, los que he empezado a leer y me han gustado, los que la gente adora por curiosidad y esa misma curiosidad me llevaría a echar un vistazo a los que aborrecen. ¿Oh, Dios mío! creo que si por mi fuera me llevaría la librería entera a casa.
     Y luego pasa lo que pasa. Que no tenemos tiempo para todos. Vamos colocando los libros comprados con entusiasmo y nos faltan horas para leerlos porque seguimos comprando más. Y se acumulan sumándose hasta que un día encontramos un título que no recordamos haber comprado. Un libro que posiblemente ya se venda en bolsillo cuando nosotros cogimos la edición en tapa dura con sobrecubierta porque nos pareció preciosa  que... no hemos leído aún. Y lo miramos de reojo con eso que decimos conciencia mientras sabemos que no será el siguiente y nos decimos: "ya lo leeré" y cogemos otro. Hasta que llega esa temporada en que no compramos porque no tenemos tiempo o dinero y despejamos estantes. O tal vez una opinión particularmente fiable nos lo recuerde y nos reconciliamos así con nuestra conciencia por ir despejando esa lista de "pendientes" que ya tiene un lugar físico en nuestra casa.
     Al final, lo que sucede es que tenemos un vicio, la lectura. Y como buen vicio siempre queremos más, yo siempre quiero más de lo que más me gusta... y por eso compramos todo lo que queremos leer (no se nos olvide que realmente queremos leerlo y por eso lo traemos a casa) y nos podemos permitir. Aunque luego algunos permanezcan sin abrir durante más tiempo, ya los leeremos. Porque los vamos a leer, pero... las tentaciones de las librerías son tan irresistibles...
     Y vosotros, ¿también os pasa que necesitaríais el doble de horas?
     Gracias
     PD. Y como de librerías va la cosa os invito a visitar la Ruta librera del blog marcada con una pestaña en la parte superior.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog