Leo en la edición digital del diario El Correo unas declaraciones del lehendakari López, en las que afirma rotundo que Euskadi necesitará en los próximos 20 años incorporar 500.000 personas inmigrantes para poder garantizar el sistema de pensiones y el crecimiento económico. No sé si esta cifra responde a un estudio riguroso o se trata de un cálculo a ojo de buen cubero, pero si sé, en cambio, que el futuro de Europa en su conjunto pasa necesariamente por la llegada de mano de obra de terceros países. Nuestra población envejece y el número de nacimientos se mantiene bajo mínimos, pese a las ayudas de la Administración que, por otra parte, no bastan para efectiva la tan ansiada conciliación familiar.
Pués bien, en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el lekendakari López. Por ello, le pido que sea coherente con sus declaraciones e inste al Departamento de Empleo y Asuntos Sociales a que de marcha atrás en relación con el cierre de Heldu. Parece obvio concluir que si Euskadi aspira a poder recibir 500.000 inmigrantes en un plazo de 20 años será preciso mantener operativo un servicio de atención socio-jurídica que responda a las demandas de este colectivo. La Administración debe ser previsora y si las palabras del lehendakari López son sinceras en sus manos está imponer un mínimo de cordura y permitir a Heldu continuar desarrollando su trabajo con la misma eficacia y profesionalidad que lo ha hecho hasta el pasado 15 de julio.