Coherencia hasta las últimas consecuencias (ii)

Sigue…

Pero cuando te reconoces a tí mismo -con tus fortalezas y debilidades- y aceptas lo que en realidad eres, es más fácil ser realmente coherente, en línea con lo que en realidad eres, sientes y haces, por dentro y por fuera! Eso entonces tiene que ver con tu sentido profundo de la vida y no tan solo con lo que habías pensado que serías o tendrías en tu vida o, lo que es peor, lo que los demás habían decidido por ti para ella! Así, como quien no quiere la cosa, un buen día te sorprendes a tí mismo aceptando tu propia fragilidad ante las situaciones, tus dudas razonables y tus imperfecciones, pero sin dejar de ser y de sentir lo que sientes y actuando desde la integridad total de tu ser auténtico! Además, también descubres que hay una vida más plena y maravillosa que la que habías habitado hasta entonces, pues aquella otra estaba sesgada por el miedo a lo que no aceptabas o no te atrevías a vivir! Y te das cuenta de que todo lo que hay en tu nueva vida está ahí -y siempre lo había estado- para que lo vivas tal cual es, crezcas haciéndolo cada día mejor y confrontándolo con tu verdadera manera de ser y de sentir y, añadiéndole tan solo valor, aprendes a compartir, por y con amor! Quizás para llegar a ese maravilloso paraíso propio reencontrado solo hace falta que abras tu corazón… y dejes que la vida te invite a sentirlo y experimentarlo, pero ya sin miedo!

Así, ser coherente con lo que uno es, no es lo mismo que ser coherente con lo que uno solo cree que es! Lo primero, obedece a seguir lo que dicta nuestro corazón y lo segundo, solo obedecer a nuestra razón! En la coherencia con uno mismo es posible la felicidad, en la segunda, está casi garantizada la infelicidad! Pero, cuando uno es capaz de aprender a buscar su equilibrio interno -a lo que llamo Alma-, desaparece la dualidad mente-corazón y aparece el equilibrio entre ambos. Y eso, sin duda, genera paz interior! Y ahora veo claramente que la paz es algo necesario -y previo- para el amor de verdad, ese que te hace firme, coherente con tu interior y te permite crecer día a día, incorporando lo que eres, sientes y vives! Y entonces aparece ante tus ojos una vida distinta y más plena -seguramente como siempre la habías soñado- y un nuevo horizonte se abre a tu vista o, mejor dicho, a tu corazón! ¿No será, simplemente, el amor quien lo causa y cuyo resultado es la felicidad?

Desde el corazón las cosas se ven distintas! Los ojos están demasiado distraídos con lo que ven solo en el exterior! Y ya solo hace falta vivir esa nueva vida desde nuestro guía interno para llegar a esa coherencia que nos hace firmes y libres, pero sobre todo, con capacidad de amar y de ser amados en nuestra individualidad! Entonces desaparecen las probabilidades ante la suerte, el amor y el presunto destino -aceptado con resignación- ante las personas que nos encontramos y presenciamos el nacimiento de un nuevo tipo de amor, el verdadero! Así, un buen día llega el amor de verdad y total, quizás de una forma en que nunca lo habías pensado, pero como en tus sueños ya lo habías presentido y vivido, desde siempre! Y te das cuenta de que nunca antes habías vivido algo igual, que la vida cobra su sentido propio y que así resulta fácil ser feliz! Y te percatas de que, sin haber descubierto y perseguido la coherencia interna y verdadera, era imposible alcanzar esa felicidad que todos buscamos desde siempre en nuestra vida…

Seguirá…

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