La mañana de este domingo SpaceX se disponía a probar nuevamente su cohete con el fin de mejorar su sistema de recuperación de naves para su reutilización; el proceso es el mismo que han venido probando sin éxito en dos ocasiones, con la diferencia de que en esta vez se tenía la misión de llevar el equipo de carga CRS-7, que llevaba comida, agua y equipo de investigación hacia la Estación Espacial Internacional. La nueva misión falló, y concluyó con una explosión a solo minutos de haber despegado de la plataforma espacial.
Lo curioso es que SpaceX dice que no van a dejar de seguir probando; están tan seguros que pueden continuar que sus próximos experimentos irán en torno a la creación de vuelos espaciales tripulados. Lo bueno es que esta vez solo hubieron pérdidas materiales, lo malo es que las siguientes pruebas no podrán realizarse con un gran margen de error si se quieren evitar pérdidas humanas. La NASA expresó su frustración en palabras de Bill Gerstenmaier, administrador asociado de exploración humana de la agencia espacial, quien dijo que este día había sido “muy duro” y que no era precisamente el momento que se imaginaba vivir en una tarde de domingo. “No es lo que esperábamos”, concluyó.
De igual forma la NASA dice confiar en el trabajo que SpaceX está realizando, y que sus planes no cambian y que además dejan claro que la tripulación en la Estación Espacial aún tiene suficientes suministros para sobrevivir los próximos meses. Hasta este momento ni SpaceX ni la NASA tienen claro qué fue lo que causó la explosión, sin embargo se han comprometido a echar a andar una investigación que tomará varios meses.
Fuente: BI