Muchos de nosotros estamos hartos de manejar el boli, el lápiz y el papel, si nos pusiéramos a contar las de paginas que llegamos a escribir a lo largo de nuestra vida nos llevaríamos una gran sorpresa. Solamente hace falta mirar la montaña de apuntes que guardas en el armario de tu paso por la facultad o el instituto. Como sabemos el papel está hecho de celulosa. Pero sabéis lo que es la celulosa?
La celulosa no es más que cadenas de glucosa, si si glucosa, más conocido popularmente como azucar.
La celulosa forma parte de la pared celular presente en los vegetales. Para la obtención del papel lo que se hace es triturar madera, y se reduce a una pasta que se blanquea con dióxido de cloro. Luego se pasan por una serie de rodillos que aplana la pasta y se seca para eliminar el contenido de agua para asi obtener la hoja. Lo que hacemos al eliminar el agua es fomentar los enlaces por puente de hidrogeno entre cadenas de celulosa.
Pero de nada serviría un buen papel sino tenemos Quien no ha tenido el lápiz de la imagen? Todos lo hemos cogido, mareado, mordido, roto... puff si los lápices hablarán. Como sabéis la mina negra del lápiz es grafito. El grafito es una de la formas que puede adaptar el carbono. Esta forma presenta una estructura hexagonal que se apila en capas, los enlaces de los hexágonos son muy fuertes en cambio entre capas las interacciones son muy débiles. Entonces nosotros cuando escribimos lo que estamos haciendo es romper el enlace entre capas y por tanto lo que estamos haciendo es dejar estas capas de carbono incrustadas en el papel.