Todos los días os hablo de compras, de caprichos y de cosas chulas y preciosas… y a veces, en la vida, no es oro todo lo que reluce, y por detrás de todo lo bonito siempre hay alguien que lo está pasando mal. Por eso hoy, en vez de hablaros de productos de belleza y de comprarnos cosas para estar guapos por fuera, voy a hablaros de potenciar la belleza interior. Y Mili Jiménez me ha ayudado a ello.
Mi compañera Mili es una mujer 10: con una exitosa vida laboral, una hija guapísima y maravillosa y un marido que todas quisiéramos tener, que cada día, después de toda la vida juntos, le recuerda lo guapa que está y lo mucho que la quiere. Mili es guapa, estilosa, con clase y mucho gusto en todo. Y, además, fiel seguidora de mi blog, se lee cada mañana mi post del día mientras desayuna y en el comedor me da su feedback de lo que he escrito. Por eso hoy quiero dedicarle estas palabras para mostraros su secreto de belleza: su interior. Hace unos años Mili decidió dejarlo TODO y marcharse SOLA nada menos que a Birmania!! donde la esperaban los integrantes de Colabora Birmania, una ONG con base en Tailandia, pequeñita pero muy eficiente, en la que cada céntimo se destina a ayudar a los más necesitados de la frontera con Birmania.
Mili se dejó en casa sus taconazos de marca, sus trajes de firma, sus complementos y maquillajes varios, se cogió 2 pantalones y 3 polos (de Lacoste, eso sí, que siempre va divina!
) y se fue con 2 maletas de 70 kilos cargadas de material escolar y juguetes, a ver con qué se encontraba. Y se encontró en Mae Sot, en la frontera entre Tailandia y Birmania, donde se refugia la población birmana, que lleva cerca de 50 años bajo la opresión de una de las dictaduras más crueles que existen. En Birmania, los derechos humanos son prácticamente inexistentes, el simple hecho de tener un fax supone la pena de cárcel, y cientos de niños y adultos son utilizados para detectar minas terrestres, además de primar los trabajos forzados en niños y mujeres, y violaciones de éstas por los militares para mantener el orden… La renta per cápita en Birmania es similar a la de las zonas más pobres de África, el 40% del PIB es militar, y se destina menos de 1 dólar al año por persona en sanidad.Ante este panorama, Colabora Birmania realiza proyectos de ayuda humanitaria y desarrollo, habiendo creado hasta la fecha la guardería “Chicken School” para 90 niños, en la que tienen 4 profesores que educan a los niños, además de prestarles alimento diario y material escolar, y la escuela “Km. 42″, en la que prestan servicios de formación y alimentación a 400 niños, a través de 14 profesores.
Con tan sólo 50 € se cubren las necesidades alimenticias de un niño en Birmania durante todo el año escolar, con lo que con muy poquito se puede ayudar mucho, muchísimo, al que más lo necesita.
Ahora que estamos en crisis en España y nuestros conciudadanos también están pasando muchas necesidades, no hay que olvidar a los niños del extranjero que también nos necesitan, y que no tienen la culpa de lo injusto que es el mundo a veces para ellos. Por ello, siempre hay que destinar cada esfuerzo, cada céntimo, en asociaciones que destinan eficiente e íntegramente toda la ayuda recibida a los proyectos que prometen y sólo a quien lo necesita, y sé, fehacientemente, que esta ONG así lo hace.
Todos los residentes en Lanzarote tenemos la oportunidad de colaborar el próximo día 17, ya que Mili organiza un cocktail solidario en el Bulevar Spínola, en el que toda la recaudación obtenida se destinará íntegramente a esta ONG. La entrada son sólo 10 € e incluye un cocktail + consumición, además de una exposición de fotos, venta de artesanía birmana y varios sorteos para los asistentes, que empresas y hoteles de la isla han cedido para la causa. ¡¡No podemos faltar a la cita ni fallarle a Mili!! Porque ella se ha currado todo: la idea, el cocktail, las entradas, los premios, su hija y los compañeros de clase serán los camareros… muchos corazones dándolo todo, esperando a cambio sólo la sonrisa de muchos niños que, a miles de kilómetros, están confiando en nosotros, ¡Allí nos vemos!