El colapso económico-social unido al medio-ambiental con la escasez de recursos naturales y vitales (como el agua entre otros) para la supervivencia del hombre será la excusa perfecta para la proclamación de una dictadura mundial basada en la técnica y la tecnología. El tecnofascismo complementará el ecofascismo para el control absoluto de todos los recursos naturales existentes y todas las actividades que se desarrollen bajo la supervisión de un Gobierno mundial centralizado que a la vez controlorá todos los Estados-nación dependientes de aquel.
Los excedentes alimenticios sirven para calmar el hambre del ejército de parados y el entretenimiento para calmar su sed espiritual. El Sistema combate a sus posibles adversarios con las migajas de la producción para despojarlos de su dignidad como seres humanos y someterlos a sus designios haciendo de ellos autómatas predecibles como consecuencia de la propaganda para manipularlos constantemente.