Una de las características principales de esta etapa es que los autores abordan las aventuras de
Lobezno desde una perspectiva menos superheroica. Nada de antifaces, ni licra amarilla o marrón, según el día. En su lugar, tenemos sobrias camisas de cuadros y chaquetas de cuero marrón, mostrando una estética que recuerda poderosamente al estereotipo del héroe de acción de las películas de los ochenta y principios de los noventa. De hecho, en algunas historias casi podríamos sustituir a Logan por
Sylvester Stallone o
Jean Claude Van Damme y apenas notaríamos la diferencia. Sin embargo, más allá de la inspiración en modas pasajeras, Tieri profundiza en uno de los aspectos más importantes de la personalidad de Logan: el dominio del hombre sobre la bestia.
Con este enfoque, la primera parte de esta etapa da muestras de apoyo en los conceptos que sembró el propio
Claremont en las primeras historias del personaje en solitario. Bajo una pátina de película de acción, el guionista retoma tramas y escenarios clásicos para añadirle nuevos elementos. El primer arco argumental es un perfecto ejemplo de ello, ya que nos aferramos a un lema que ha definido a Logan a lo largo de su extensa vida: el mejor en lo que hace. No obstante, ese título que ha ostentado hasta la fecha sin la más mínima oposición tendrá que defenderlo, con garras y dientes, frente a un nuevo y misterioso enemigo:
Mr. X. Se trata de un oponente sádico y perturbado, obsesionado con la muerte y que representa el arquetipo de asesino en serie, acompañado de un grupo de esbirros en consonancia con la forma de vida del villano. Sin duda alguna un duro rival que pondrá en serios aprietos a Lobezno, el cual tendrá que poner a prueba sus propios límites.
De la frase que mejor ha definido a nuestro protagonista pasaremos a recuperar el proyecto que intentó convertirlo en una máquina de matar perfecta, pero bajo su control. Cómo no podía ser de otra forma, nos referimos a
Arma-X, que resurge de sus cenizas cual ave fénix centrando su atención en aquellos que podrían revelar sus más sórdidos secretos. En la lista de objetivos no podía faltar cierto mutante canadiense de pequeña estatura,
Dientes de Sable o
Maverick, entre otros. Una historia con reminiscencias de la etapa de
Larry Hama al frente de la colección y el serial publicado en
Marvel Comics Presents, obra de
Barry Windsor Smith en solitario, quién también estará presente para realizar los
flashbacks pertinentes. En este viaje a lo más profundo de la mente de Logan le acompañará un viejo amigo y compañero de aventuras en la
Patrulla-X: la
Bestia. La mente analítica y científica de
Hank McCoy presenta un necesario contraste ante la visceral conducta de Lobezno, siempre marcado por su brumoso pasado, debido al maltrato que sufrió en manos del proyecto secreto. A todo esto hay que sumarle una conspiración para culpar a Logan del asesinato de un senador, que implicará a la propia
SHIELD, convirtiendo a la pareja de mutantes en el objetivo de las autoridades, provocando que den con sus huesos en una prisión de máxima seguridad, especial para supervillanos, conocida como la
Jaula.
Encerrados bajo una cúpula inhibidora, Hank y Logan protagonizaran un típico drama carcelario que bebe directamente del cine de los ochenta. Si bien es cierto que los autores utilizan elementos del
Universo Marvel para dotar al escenario de las características habituales de una historia producida por la
Casa de las Ideas, es algo secundario. Lobezno debe demostrar su habilidad para sobrevivir en cualquier elemento, aunque sea la diana de los diferentes grupos étnicos de la prisión. Además, deberá velar por la seguridad de su amigo, que está totalmente fuera de su entorno. A pesar de que el argumento está lleno de tópicos, no deja de ser una interesante historia para ver como se desenvuelve el personaje en un ambiente tan alejado como la escuela de jóvenes talentos que dirige el profesor
Xavier.
Tras los problemas con la justicia, Lobezno vuelve a Mandripur adoptando su identidad de Parche, aunque esta vez será por una razón justificada, en lugar de para ocultar su identidad con un disfraz tan escueto. En la ciudad del pecado por excelencia del Universo Marvel, Logan tendrá que participar en un peculiar torneo de lucha que emula en cierta forma al circo romano, pero en unas condiciones de mayor violencia si cabe. Una combinación perfecta de acción y artes marciales tan típica de los films que poblaban las salas cinematográficas hace más de dos décadas. El aire ochenteno volverá a planear sobre la cabecera, mientras Lobezno debe resolver asuntos personales como su matrimonio con Víbora, o el regreso de Ogun, rescatando la faceta más oriental del personaje.
Finalmente, tendremos otra vuelta a los orígenes de nuestro protagonista, en un viaje que nos llevará a
Canadá. En un entorno gélido y nevado tendremos un nuevo enfrentamiento con el
Wendigo, aunque no será exactamente el mismo personaje al que se enfrentó en su primera aparición en el
Universo Marvel, allá por el lejano
The Incredible Hulk #180. Bajo la apariencia monstruosa se encuentra
Mauvais, un hechicero del siglo XVIII, que obtiene su poder de la ingestión de carne humana. Su obsesión por probar un pequeño bocado del factor de curación de Logan le llevará a forjar alianzas con seres de una naturaleza similar a la suya. De ese modo, se une a
Hemorragia, un viejo conocido de nuestro protagonista, y
Alimaña, un enemigo habitual de
Spiderman, que surgió en la célebre última cacería de
Kraven, escrita por
J. M. DeMatteis. En esta ocasión, Lobezno no se encontrará solo, ya que a su lado se posicionará
Alpha Flight, protagonizando un combate entre dioses, monstruos y superhéroes. No hay nada como volver al hogar tras un largo tiempo de ausencia…
Con este tomo, queda patente lo complicada que es la vida de Lobezno cuando no está salvando al mundo con la Patrulla-X. Frank Tieri supo explotar al máximo ese tiempo libre, manteniéndose fiel a la esencia del personaje y a su pasado, al menos lo que se conocía de él en aquella época. Alejado del entorno superheroico y bajo la fachada de tipo duro, Lobezno vive sus aventuras en solitario bajo la batuta de unos autores que vuelven a demostrar que Logan sigue siendo el mejor en lo que hace, por mucho que sus enemigos se esfuercen en afirmar lo contrario; si sobreviven a la experiencia, claro.