No me puedo quedar quieto. Siempre cuando tengo la sensación de estar un poco más tranquilo me meto en nuevos follones porque me encanta empezar proyectos desde cero. No llego todavía a los extremos de Isra García que después de haberse convertido en Ultraman ahora ha decidido de aprender Heli-Ski y afrontarse a este reto para bajar montañas como un profesional en 3 meses.
Muchas personas viven en el pasado
Siempre cuando vuelvo a Alemania quedo con los amigos con los que he ido al instituto durante 9 años. Compartí gran parte de mi vida con ellos y siempre que nos vemos, hablamos de lo que hacen ahora otras personas que tenemos en común, fiestas, ex-novias y todas las viejas historias que se nos ocurren en el momento. Compartimos un buen rato cada vez que tengo la oportunidad de quedar con ellos.
La gran mayoría de esas conversaciones se centran en el pasado porque ahí encontramos la forma de conectar como antes. En cambio, cada vez que hablamos del presente me doy cuenta que en muchos casos ya somos personas muy diferentes, que sin tener esa historia común igual ya no serían amigos porque tienen una filosofía de la vida demasiado opuesta.
Me he dado cuenta que existen en casi todas las pandillas de amigos 2 grupos. Por una parte están los que no han salido de la ciudad de nacimiento y por otra parte están los que han viajado para vivir nuevas experiencias. No digo que una cosa sea mejor o peor, pero en el primero de los casos tengo en ocasiones la sensación que estas personas viven en el pasado. Tienen miedo de lo que les espera en un mundo que no conocen y prefieren la seguridad de lo que les rodea. Generan su felicidad sobre todo de sus recuerdos.
La ilusión de un sueño
Mi filosofía de vida es que la felicidad no se define por el éxito o el fracaso sino por estar en el camino entre ambos extremos. Igual por eso me gusta tanto salir a correr y sobre todo cuando no conozco el lugar y tengo que explorar caminos totalmente desconocidos.
Igual que Isra García colecciono sueños. El recuerdo está bien pero con el tiempo pierde color y lo tienes cada vez más lejos de ti. Para mí no cuenta que haya corrido 10 maratones sino saber que voy a correr muchos más todavía. Eso es lo que realmente me genera ilusión. Disfruto cada vez que salgo a rodar sabiendo que llegará otra vez el día en el que compartiré un momento mágico con miles de corredores esperando que el contador llegue a cero para afrontar los 42 kilómetros de nuevo.
No cuenta lo que hayas hecho en el pasado sino lo que hagas en el presente. Una experiencia negativa contigo puede borrar 100 positivas. La vida es así de cruel. Quedarse parado es la muerte. Hay que moverse para vivir la vida. En eso consiste y hay que sacar máximo provecho del tiempo que tenemos disponibles.