Imagen: ODHD
En los últimos días he leído en algunos blogs que sigo referencias y post sobre estos temas. Este post no va a estar dedicado ni al colecho, ni a la lactancia, ni a lo que ahora gusta llamar crianza natural. Este post quiero dedicarlo a la curiosa batalla campal que se ha creado alrededor de estos temas.
Por un lado mamás que deciden dar lactancia en exclusiva a sus hijos y además quieren lactar durante un tiempo prolongado. Por otro lado mamás que no pueden, por diversas razones, no saben, por otras diversas causas o no quieren dar el pecho a sus hijos. Me parece curioso encontrarme en ambos casos con comentario tipo "he sido criticada, me han puesto a caer de un burro, tengo que dar explicaciones de por qué ..." Pero ¡ojo! en ambos casos. Yo he dado el pecho en exclusiva, hasta que mi hijo empezó a comer sólido, y después continúe dándoselo, en la calle, en casa, en sitios públicos, en casas de amigos, sin verguenzas ni tapujos. Y he sido muy, pero que muy criticada por ello. Las críticas empezaron en el hospital donde me negué a que se llevaran a mi hijo al nido para darle un biberón porque lloraba. Las primeras en criticarme fueron las enfermeras. Curioso, ¿no?. Después críticas de familia, amigos, vecinos insistiéndome en que mi leche no sería suficiente, el niño no iba a coger peso, bla, bla, bla, bla. Después críticas porque había que destetarle. Como veis la gente habla más de la cuenta. Pero curiosamente las mamás que no dan el pecho también son criticadas, en este caso porque no lo hacen. Y para colmo con tanta corriente literaria creada, tanto libro, y tanto de todo se ha creado una batalla campal con dos claros flancos, la de la teta fuera y la que anda con el biberón. Y yo me pregunto, ¿por qué tenemos que estar enfrentadas?. Cada uno hace lo que quiere. Yo creo que dar el pecho es fastántico y para mi ha sido una experiencia maravillosa y gratificante, pero ¿quién soy yo para criticar a una mamá que no ha podido hacerlo? Por desgracia en muchas ocasiones no se favorece el inicio de una lactancia natural. Y si hay una cesárea de por medio ya ni hablamos.
Otro tanto sucede con el colecho. Yo he dormido con mi hijo en mi cama mucho tiempo. Su cuna estuvo en mi dormitorio hasta casi sus 2 años. De su cuna pasaba a mi cama casi de un salto. Después se fue a su cuarto por decisión propia y se acabó el colecho. Otras mamás no han practicado el colecho, los han metido en sus cunitas y los niños se han dormido plácidamente. Pero de nuevo la batalla. Los niños son muy diferentes, algunos son muy demandantes, mi hijo el primero. No se ha querido separar de mi hasta bien mayorcito, ni de día ni de noche. Otros bebés son diferentes, no tan demandantes y aceptan dormir en sus cunitas sin apreturas y tan campantes. Yo no critico a una mamá que deja a su hijo en su cuna y le ve dormir a gusto y feliz. Yo sí he sido criticada por dormir con mi hijo y me han mirado como si estuviera loca o como si estuviera haciéndole a mi hijo el peor de los daños. Otra cosa es quien deja al niño llorar hasta caer exhausto en su cuna, pero ese ya es otro tema.
El caso es que todas somos criticadas, las que colechan, las que lactan, las que no colechan y las que no lactan. ¿Y qué tal un poquito de respeto por el prójimo? Si tu lactas, y tu vecina no, entérate primero por qué no lo hace. Pero no se puede uno rasgar las vestiduras y creer que la otra es la peor madre del mundo, no. A las mamás no nos están ayudando. Bastante complicado lo estamos teniendo para criar a nuestros hijos en esta sociedad tan exigente como para que encima entre nosotras también surjan rencillas.