Una noche para el recuerdo, una noche donde Jenny and The Mexicats volvieron a su segunda casa con un lleno.
La noche en la que Escenario Eslava volvió a llenar Joy Eslava, una noche donde cruzamos el charco.
La noche en la que se suponía que Jenny and The Mexicats estaban solos, apareció Sweet Barrio y Colectivo Panamera, nos perdimos a los primeros, pero así pasó el resto dela noche.
Colectivo Panamera propuso un concierto donde descubrimos las bondades del trío, un trío con canciones de sonidos cálidos, alegres y de ritmos bailables. Un show breve, pero a la vez, un show donde descubrimos sus canciones. Quiero mucho más se dejó sentir como el gran single pero descubrimos mucho más temas como Berimbau. Algo que no podremos quitarnos de la cabeza y es que siguen pisando fuerte sonoramente.
La noche en la que Jenny and the Méxicats volvieron a Madrid, disfrutamos de la nueva formación. De los cuatro músicos iniciales que empezaron el proyecto, conocimo la actual formación; siete músicos se entregaron en cuerpo y alma en una noche donde volverán a pasar a la historia y eso es algo que solo los asistentes que llenaron Joy Eslava; proponen nuevos sonidos, siguen cruzando el charco con sus canciones y ahora con Mar abierto han dado ese gran paso.
Salvo en los bises (donde en uno de los temas Jenny se subió sola al escenario), vimos al combo en el escenairo, dando referencias de su gan sonido y del show que proponen; todo con canciones como La diabla, Verde más alla y alguna sorpresa más. En esa noche, pasaron cosas únicas; conocían la sala, sabían de lo que eran capaces y desde el inicio, la forma de presentar las canciones fue un show que no iba a bajar el ritmo.
Juan Solo y Mr. Kilombo fueron dos de los invitados en esa noche, dos amigos que ya habían colaborado y conocíamos como podía sonar Ámame y Se viene se va y sonaron como debían sonar. Dieron el extra esperado, tanto en el cierre con todos los invitados como en las colaboraciones individuales vimos esa unión. Igualmente, siendo una referencia canciones como Me voy a ir, Freddy y referencias de su anterior trabajo estaban presentes, haciendo, de esta manera, un guiño a sus fans, algo que se agradeció en todo momento en la sala.
De esta manera, su paso por Escenario Eslava estaba más que justificando, dando la nota de color al ciclo y el refuerzo que la banda necesita para volver a Mexxico antes de que puedan pensar en volover a España, no sn una banda nás y ellos se sienten parte de una ciudad que les ha visto crecer. Un concierto directo, intenso, lleno de su sonido y en resumen, una fiesta de amigos.