Santa Elena de Piedritas es una escuela ubicada en un caserío en la costa norte del Perú, se inserta en un paisaje desértico en donde la precariedad y la aridez del clima fueron los puntos de partida para abordar el encargo.
El proyecto consistió en la ampliación de cuatro módulos de la escuela y el diseño de exteriores. Una de las premisas fue construir una estrategia para habitar el desierto, un pequeño paisaje en donde los niños y pobladores de Piedritas puedan llegar a construir memoria.
Existe un déficit de infraestructura pública en ciudades cercanas al lugar como Lobitos y Talara, el rol de la escuela para la comunidad de Piedritas tenía que ser la de un catalizador de capital social.
Bajo estas premisas el proyecto asumió el reto de incluir a los distintos actores de la comunidad en los distintos procesos de gestión y construcción de la escuela. Desde la concepción del proyecto se elaboraron talleres participativos en donde se identificaron las oportunidades y debilidades del entorno.
Los resultados de estos talleres pusieron en evidencia la importancia de la sombra y de los patios para las actividades en el exterior que sugiere el programa educativo. Por otro lado se debía pensar en una estrategia de implantación que incluyera la infraestructura existente y repotenciara; entendiendo sus deficiencias espaciales, materiales y que contemplara las posibles ampliaciones a futuro.
-
Visita al colegio Santa Elena de Piedritas en Talara, Piura, Perú [07/2014]
Realización: Javier Cardenete / Coordinación de redacción: redfundamentos.
(Para conexiones lentas recomendamos desactivar el botón "HD" en la esquina inferior derecha)
-
Grilla / Calle de sol y sombra
Este elemento va estructurando los vacíos y los módulos existentes, delimitando patios temáticos que posibilitan programas eventuales y múltiples ocupaciones. Las calles bajo el sol y sombra funcionan como conectores y espacios de ocio techados, tienen diferente proporción según su ubicación dando jerarqui´a a ejes importantes de circulación. Este elemento, de estructura de metal reciclado y cobertura en caña brava, es un sistema flexible que puede adaptarse permitiendo el crecimiento.
Fotografía: Jesús Porras Montesinos
Módulos polivalentes
Cuatro aulas se disponen en el terreno de acuerdo a su zonificación: dos aulas de pre-escolar se ubican al norte de la losa deportiva generando un patio entre ellas y un aula de primaria y multiusos respectivamente se disponen al oeste de las aulas existentes.
Son células que actúan como contenedores de actividad pero al mismo tiempo se plantean la posibilidad de dilatación a través de una de sus fachadas, permitiendo la versatilidad en su uso: escuela, reunión comunitaria.
Fotografía: Jesús Porras Montesinos
Patios temáticos
Los patios recogen el imaginario de los niños incorporando temáticas particulares que se alternan con diversos patrones de uso. Es un espacio en construcción alimentado a trave´s de los talleres participativos realizados al inicio del proyecto.
Los patios son síntesis del paisaje, incorporan elementos del recorrido del bus de la escuela, elementos de pesca como un barco encontrado en las playas de Talara, vegetación nativa y piezas recicladas convertidas en mobiliario que a la vez son juguetes.
Fotografía: Stanislas Naudeau
Apropiación y memoria
El proyecto incorpora en muchas escalas el uso de materiales reciclados que provienen de depo´sitos de empresas en Talara, desechos minerales de otras construcciones y perfiles metálicos en desuso de las empresas de petróleo particulares de la zona. La decisión de emplear materiales reciclados no sólo tiene sentido en términos de sostenibilidad, sino que incorpora memoria del lugar y sentido de pertenencia.
Fotografía: Stanislas Naudeau