Colegios profesionales (1)

Los Colegios Profesionales, esos sacadineros y calienta sillas para unos y el gran invento de la humanidad para otros. Pues ni tanto ni tan calvos:En primer lugar para entenderlos explicar de dónde vienen los colegios profesionales.  Allá por la edad media, cuando uno quería abrir una herrería o una zapatería no llegaba y se daba de alta en el régimen general de trabajadores autónomos de la Seguridad Social, contrataba a un aparejador (en aquella época todavía no existían los ingenieros industriales) para que le hiciera un proyecto de local y le formalizase la licencia. No, todo era más complicado que ahora, estaban los conocidos como gremios medievales.Los gremios, no dejaban de ser asociaciones de artesanos que se agrupaban por oficios, es decir estaban desde el gremio de herreros, hasta el de panaderos y sin olvidar uno de los más importantes el gremio de obreros. Su objetivo principal era el de controlar el oficio, defender la profesión. Tenían una estructura jerárquica, se comenzaba como aprendiz a los 12 años aproximadamente, tras varios años se alcanzaba el estado de oficial donde se maduraba la profesión y tras muchos años de dedicación se podría optar a ser maestro. Para ello se debía de pasar un examen ante los miembros más destacados del gremio Con esto se conseguían controlar la competencia y se regulaba el mercado, ya nadie podía abrir una tienda sin el consentimiento del gremio y nadie podía poner las tarifas que quisiera, las marcaba el gremio.  Los colegios profesionales vienen a ser los herederos de los gremios. Para cada profesión regulada (que no es lo mismo que titulación) hay un colegio, los aparejadores y aparejadoras tenemos el nuestro, los abogados y abogadas el suyo, los médicos y las médicas, enfermeros y enfermeras, administradores y administradoras de fincas, ingenieros e ingenieras de todos los tipos, arquitectos y arquitectas y no solo de profesiones técnicas o jurídicas, logopedas, pedagogos, podólogos, asistentes sociales también tienen su colegio profesional.  En teoría tienen las mismas funciones que los gremios, regular el ejercicio profesional, crear una serie de códigos deontológicos o normas y sancionar a los que no lo cumplan.  Normas que en muchos casos suponían un abuso por parte de los colegios pero que se fue soportando hasta que se cambió la normativa y los colegios profesionales dejaron de ser instituciones indispensables.

En la actualidad el desgaste de los años debido a los abusos por, unido a la incertidumbre de la LSP está sobrevolando sobre nosotros en todo momento está debilitando a la mayoría de colegios que en muchos casos se podría decir que están en la UCI. Hablando ya en primera persona creo que pocos son los aparejadores que están contentos con su colegio, ya sea en Valencia o en La Coruña. El boom inmobiliario supuso una gran fuente de ingresos para nuestro colectivo, el índice de empleo si no era del 100% era del 99% entraba mucho dinero a la construcción y si el visado me costaba 10 yo le cobraba 15 al cliente y este lo pagaba sin ningún tipo de problema porque cuando hay dinero los problemas se minimizan y se pagaban unas cuotas de 25€ al mes sin reparos. ¿Pero ahora qué? La situación está invertida totalmente y es insostenible.

Ahora es momento de cambiar. Somos un colectivo que o nos movemos o nos hundimos, otras profesiones no están robando cuota de mercado, se venden mejor, interceden demandas en los tribunales en contra nuestra y poco a poco nos están debilitando. Es hora de coger las armas y dejar la política a un lado y actuar. Por eso y por un recorte de prensa que me terminó de inflar, hace poco más de un mes envié un e-mail a toda la junta de gobierno del CAAT Valencia diciendo que tenían fama de mafiosos y que tenía una serie de ideas que les quería exponer en persona en una reunión. Y mi sorpresa fue que al día siguiente me llamaron para tener una reunión que se celebró en menos de una semana. El resultado fue que me encargaron la creación de una comisión de “Gente Joven” para aportar ideas y propuestas para mejorar el colectivo. Ideas que ya han visto la luz como la presencia del CAAT en las redes sociales nacieron a propuesta nuestra (llevadas a cabo por otros compañeros) y otras que están por llegar que serán del agrado de todos llevan nuestro sello. Nuestro objetivo no es otro que sacar a flote la profesión ya que somos los más jóvenes, los que a día de hoy más tiempo nos queda en la profesión y los más perjudicados si se cierra el chiringuito. No queremos dinero, ya que se trata de algo totalmente desinteresado, queremos un futuro sea como aparejadores, como arquitectos técnicos o como ingenieros de la edificación, pero en definitiva un futuro. Por eso os animo a todos a debatir en redes sociales, participar en foros, reuniones del colegio y otras actividades que organice el colegio para que nos entendamos y podamos sacar la situación adelante.No te olvides de seguirnos en Twitter  darle al me gusta en Facebook  y visitar nuestra webAtt. Agustín Pérez NúñezSeguir a @compasyplomada