Revista Música
El crowdfunding, o financiamiento colectivo, se consolidó durante 2011 no sólo en el ámbito de las startups o emprendedores. Gracias a plataformas como Ideame cientos de artistas de todo tipo están pudiendo hacer realidad proyectos súper valiosos que vuelven al que aporta en reconocimiento que va más allá de la pieza final (una peli, disco, libro o videoclip). Aportar pequeñas sumas de dinero pueden significar aparecer en los créditos, en un autógrafo, y hasta en un show en el living de tu casa.
Hasta ahora la escena musical mainstream no había dado ningún paso significativo en esa dirección, pero en Argentina Richard Coleman y el sello Ultrapop decidieron darle play con A song is a song, el proyecto cancionero/homenaje que el ex cantante de Los 7 Delfines decidió grabar con canciones de los músicos que más lo inspiraron, en su idioma original.
Mejor usar las palabras que usó Richard en su sitio personal: "A raíz del proyecto "Coleman en inglés" -que fue un éxito- 20 canciones recopiladas y reinterpretadas en plan lúdico, un gran momento musical que compartí con Bodie Datino y con el privilegio del público presente esas dos noches de verano, surgió la oportunidad de avanzar con esa idea y darle una vueltita más de rosca Así fue que comenzamos a registrar en mi estudio (Steel Aquarium) durante el mes de enero, dos días después del primer show, las versiones que logramos de esas bellísimas canciones. El objetivo fue el mismo: representar con la mínima instrumentación que consideré necesaria el espíritu de esas canciones, apartándome de la idea del "cover" que no agregaría nada. Y también aprovechar para experimentar formatos y texturas que tal vez no encontré antes oportunidad de plasmar, observando la necesidad del "juego" que tan importante es para mí en cualquier proyecto artístico que encare".
El resultado de este juego son versiones de canciones de artistas tan disímiles como Brian Eno, Elvis Presley, PJ Harvey, Black Sabbath, Nick Drake o Jethro Tull. Si querés saber cómo participar del proyecto, es muy simple: colaborando anticipadamente con diferentes sumas de dinero podés aparecer en los créditos del disco, estar presente en un show privado, tener una copia autografiada, o remera exclusiva.
Sí, el consumo de la música ha sido drásticamente modificado desde hace muchos años pero el crowdfunding aparece como una de varias iniciativas que pueden modificar el panorama. La bancamos porque de todas es la más honesta. Artistas y público sin nadie en el medio. Algo así como matar al intermediario. Pero esta vez con el fuerte acople de un Marshall.
Si te gustó la idea enterate cómo colaborar acá.Y si no Richard te termina de convencer.