Tras lograr tres premios nacionales, compartir escenario con monstruos como Mark Knopfler y Chris Isaac y colgar el cartel de no hay entradas en importantes plazas españolas, el trío Arizona Baby llegó a la isla para ofrecer al público un exitoso brebaje sonoro que tiene sus fuentes en distintos estilos de ritmo salvaje.
El viernes 18 de febrero, a las 20.30 horas, el público grancanario pudo descubrir la fórmula con la que esta banda ha seducido a la crítica y el público españoles. Arizona Baby subió al escenario del Cicca para presentar su álbum Second to none. En acústico, con guitarras y percusión, volvieron a demostrar que tres son multitud. «Lo conseguimos echándole ganas, ensayando mucho y escuchando mucha música, formando una química entre los músicos que se transmite», indica Javier Vielba. El cantante anuncia que, en la cita de mañana, irán al grano e intentarán insuflar mucha energía al público.
«Tenemos unas claves claras en nuestro código genético. Crecimos con la música alternativa de los 80 y lo 90, con el grunge, el sonido Seattle y ciertas bandas inglesas y americanas», comenta Vielba, que confiesa el impacto que le produjeron los proyectos acústicos de Johnny Cash y Nirvana. A esas influencias hay que sumar muchas otras, sobre todo de bandas que cosecharon su rock, su country y su blues entre los años 1965 y 1972. «Siempre vamos a tender a ser una mezcla de muchas cosas. No somos un grupo de fusión. Más bien hacemos un collage tosco de tijera, pegamento y fotocopias. Cogemos cosas muy puras y las juntamos para que no resulte demasiado viciado, con un puntito clásico y transgresor, entre lo refinado y lo visceral, entre el pincel y la brocha gorda», explica Vielba cuya música coquetea con el folck, el hard rock, el punk, el blues, el country y la psicodelia. «Estamos muy contentos con nuestro sonido y seguimos ahondando en él», reconoce el vocalista que espera seguir en la carretera por mucho tiempo. «Queremos hacer música lo mejor posible y compartirla. Damos conciertos por el placer de hacerlo, como el que tocaba en los honky tonks, que iba con la guitarra en la parte trasera del coche para ir de sitio en sitio».
ESTRELLAS ARTESANAS Según Vielba, las bandas de éxito ya no gozan de lujos como las de los años 70. «Lo que toca es estar todo el día en la carrera, con los pies en el escenario y en la tierra. Ahora nadie se forra y se trabaja muy duro». El artista dice esta circunstancia propiciará que muchos «pintamonas» abandonen la música.
(Carmen Delia Aranda, www.canarias7.es)