- Colombia es uno de los nueve países en América Latina y el Caribe con alto niveles de inseguridad alimentaria, Según informe de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC).
- En 2023, más de 24.000 niños y niñas menores de cinco años sufrieron desnutrición aguda, moderada o severa, un aumento del 14 % respecto a los 21.337 casos en 2022, Instituto Nacional de Salud (INS).
25 de abril del 2024. Bogotá, Colombia. En el país la crisis del hambre sigue siendo una amenaza para la niñez. Según el reciente informe mundial de inseguridad alimentaria, Colombia entró por primera vez en la lista de los países de América Latina y el Caribe que experimentaron altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y requirieron algún tipo de asistencia urgente.
Parámetros de Inseguridad alimentaria
Según la FAO, la inseguridad alimentaria es cuando una persona carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo y para llevar una vida activa y saludable. Esto se debe a la falta de disponibilidad de alimentos y recursos para obtenerlos.
La niñez es la más perjudicada, especialmente la que vive condiciones de movilidad, como son los desplazados internos y migrantes. Con el 43% de familias desplazadas que dejó de consumir al menos 1 comida (Encuesta Goce Efectivo de Derechos DANE 2024) y el 63% en el caso de las familias migrantes y refugiados
1,6 millones de personas o el 3% de la población residente analizada enfrentaron niveles severos de inseguridad alimentaria aguda, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA). La situación fue más crítica en las zonas rurales, debido a los fenómenos meteorológicos extremos, principalmente en los departamentos de La Guajira, Sucre, Caquetá, Córdoba, Arauca y Putumayo.
Por otro lado, 2,9 millones de personas migrantes y refugiados (62% de la población analizada) enfrentaron altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. De ellos, el 14% enfrentó enfermedades agudas graves. La niñez ha sido la más vulnerable ante esta crisis.
Inseguridad alimentaria y pobreza
La inseguridad alimentaria aguda rara vez está provocada por una sola crisis o amenaza, sino más bien por la interacción entre las crisis y la pobreza. Actualmente, las familias afectadas por la desnutrición aguda, moderada y severa viven en condiciones socioeconómicas precarias y como consecuencia no pueden garantizar su seguridad alimentaria.
Se requiere un trabajo coordinado para vencer la inseguridad alimentariaPara entender y dar respuesta a esta desigualdad que afecta de manera particular a la niñez en Colombia, debe analizarse el tema desde una visión integral que considere los sectores de protección, educación, acceso a agua segura, y no solo desde salud.
Por esto, Save the Children hace un llamado al Gobierno Nacional a dar respuesta a esta situación que afecta la vida de la niñez y actualizar la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN). Así mismo, invita al Congreso de la República a avanzar en las discusiones sobre estos temas, y a las organizaciones y comunidades para que identifiquen estrategias para contribuir en el abordaje de esta situación.
Por parte de la organización se ha dado asistencia humanitaria y se está trabajando en la promoción de la lactancia materna y las buenas prácticas nutricionales en distintos territorios. Igualmente, se implementan acciones para mitigar aquellas problemáticas que llevan a casos de inseguridad alimentaria, como son la pobreza infantil y el cambio climático.
Para más información, los invitamos a seguir la campaña #ElHambreSeComeALaNiñez: https://savethechildren.org.co/el-hambre-se-come-a-la-ninez/
Informe DANE sobre Inseguridad alimentaria
El indicador 2.1.2 de los ODS: Prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave
entre la población, según la escala de experiencia de inseguridad alimentaria, permite medir el porcentaje de hogares e individuos de la población que han experimentado inseguridad alimentaria en niveles moderados o graves durante los últimos 12 meses.
El indicador se produce aplicando la FIES, un estándar internacional definido por la FAO,
que tiene como alcance medir el acceso de las personas o los hogares a los alimentos y la gravedad de la inseguridad alimentaria, a partir de ocho preguntas dirigidas a un informante por hogar sobre experiencias relacionadas con limitaciones para acceder a alimentos suficientes y adecuados.
Los resultados tienen como unidad de medida las personas, aunque también es posible obtener valoraciones por hogares. Se expresan en porcentaje y en número absoluto de personas en inseguridad alimentaria moderada y grave, a partir de las experiencias vividas por los hogares o individuos (gráfico 1).
inseguridad alimentaria y niveles de gravedad asociados.Los estudios sobre inseguridad alimentaria en el mundo indican que la experiencia de la inseguridad alimentaria es un proceso que inicia con la preocupación sobre la capacidad de conseguir alimentos suficientes. Si la inseguridad alimentaria se agudiza, el paso siguiente será realizar cambios en la dieta, disminuyendo la calidad y variedad de los alimentos. En etapas más avanzadas de la inseguridad alimentaria, se disminuirá la cantidad de alimentos consumidas por los hogares o individuos
Esto significa que, si las personas o los hogares se encuentran en el nivel moderado de inseguridad alimentaria, no tienen dinero o recursos suficientes para llevar una dieta saludable, tienen incertidumbre acerca de su capacidad de obtener alimentos.
Reducen las cantidades de alimentos consumidos, probablemente se saltan comidas principales u ocasionalmente se queda sin alimentos; mientras que, si el nivel es grave o severo, los hogares o personas han sentido hambre y no han comido por falta de dinero o de otros recursos y han pasado todo un día sin comer varias veces durante el año1.
Es importante tener en cuenta que la FIES no está diseñada para cuantificar el consumo de alimentos ni tampoco proporciona una evaluación cuantitativa de la calidad de las dietas. Esta escala no mide la malnutrición y no se puede utilizar para detectar deficiencias nutricionales u obesidad.
Por consiguiente, no es el instrumento adecuado para realizar un seguimiento de la malnutrición o evaluar resultados específicos en materia de nutrición para programas y políticas públicas en el país.
Contacto:
Yaira Ojeda – Oficial de Comunicaciones
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Bibliografía