Se ha escrito mucho sobre la ciudad uruguaya de Colonia del Sacramento, quizás demasiado para ser una ciudad tan pequeña. Y no lo digo porqué no lo merezca, sino porqué posiblemente esté ya todo dicho sobre sus encantos y lo que yo pueda escribir posiblemente no aportará nada nuevo a los viajeros que decidan visitarla… o quizás sí.
Tras nuestra ruta por Uruguay, visitamos Colonia como último destino antes de cerrar el círculo y regresar a Montevideo. Veníamos de conocer algunas ciudades del litoral del Río Uruguay como Salto, Paysandú o Fray Bentos (leer aquí), lugares muy tranquilos y con apenas turismo. Colonia del Sacramento es otra historia y, junto con Punta del Este, son los destinos más conocidos y visitados de Uruguay.
Atractivos no le faltan, es una ciudad con mucho encanto, tiene una historia interesante, unas calles pintorescas, una buena oferta gastronómica y de alojamiento, gran facilidad de acceso y, además, en 1995 la UNESCO declaró su barrio antiguo Patrimonio de la Humanidad por constituir un ejemplo de fusión entre el estilo arquitectónico portugués, español y postcolonial.
EL SECRETO DE SU ENCANTO
Pues supongo que una buena mezcla a las dosis adecuadas de todos estos ingredientes comentados anteriormente.Las piedras son parte del encanto de la ciudad vieja de Colonia. Piedras que hablan como las de la Calle de los Suspiros, de la Iglesia o de sus antiguas casas.
SUS PIEDRAS
La ciudad antigua es muy pequeña y excepto que se quieran ver todos sus museos, en un día se puede visitar pero si tenéis la ocasión, disfrutadla también de noche. Cuando parte el último ferry y sus calles quedan casi desiertas, no dudéis en dar un paseo. Sus calles adoquinadas reflejan la tenue luz amarillenta de las farolas, los restaurantes encienden las velas en sus terrazas y todo se convierte en misterio, como si aquellas piedras se negaran a desvelar los secretos de su pasado.
UNA BREVE RESEÑA HISTÓRICA
Colonia del Sacramento fue fundada por el portugués Manuel de Lobo, sobre la Península de San Gabriel.En 1494, España y Portugal habían firmado el Tratado de Tordesillas por el que se repartían las zonas de navegación y conquista del Nuevo Mundo y del Océano Atlántico. Los españoles llegaron al Uruguay en 1516 pero en 1680, ñps portugueses deciden fundar Colonia sin respetar los acuerdos del Tratado. Manuel de Lobo era entonces el gobernador de Río de Janeiro y pretendía que Colonia fuera la rival portuguesa de Buenos Aires al otro lado del Río de la Plata, concretamente dónde éste confluye con el Río Uruguay.Están tan cerca que desde Colonia se divisan perfectamente los rascacielos de la capital argentina en la orilla opuesta.
Rascacielos de Buenos Aires
El dominio portugués duró un siglo ya que en 1724 los españoles les desplazaron de nuevo. Desde su fundación, pasó de manos portuguesas a españolas unas cuatro veces en ambas direcciones, los primeros apoyados por los ingleses y los españoles con el soporte de Francia. Todos ellos, holandeses incluidos, interesados en su posición estratégica para el comercio europeo en América del Sur.Entre otras cosas, de Colonia salía el oro y la plata de contrabando hacia Europa o los esclavos para trabajar en las minas de Potosí en Bolivia y Minas Gerais en Brasil.Tras siglos de disputas entre España y Portugal, los colonizadores dejaron una mezcla de sus diferentes estilos arquitectónicos, de tal manera que se ven casas de piedra asentadas en barro y azulejos de claro estilo portugués, casas de ladrillo de estilo español o mezcla de piedra y ladrillo como la misma Iglesia Matriz.
CÓMO LLEGAR
En coche:
Nosotros viajamos en coche de alquiler desde Fray Bentos que se encuentra a poco más de 200 kilómetros. Tomamos la Ruta 2 hasta Mercedes, capital del Departamento de Soriano, y de aquí seguimos por la Ruta 21 pasando por Dolores, Nueva Palmira y Carmelo.
Habíamos cogido el coche en Montevideo pero lo devolvimos en Colonia y regresamos a la capital en autobús. Cerca de la nueva terminal de ferrys y de autobuses, se encuentran la mayoría de compañías de alquiler: Avis, Budget, Hertz, Europcar, Dollar, Thrifty, etcSi no tenemos coche, es muy fácil llegar en transporte público:En autobús:Desde muchas ciudades del país parten autobuses hacia Colonia varias veces al día. Algunas compañías son Nossar, Berruti o Chadre y hacen el trayecto a/desde Durazno, Carmelo, Nueva Palmira, Mercedes, Fray Bentos, Paysandú, etc.
Desde la terminal de Tres Cruces de Montevideo, ofrecen servicio las compañías Chadre, Turil y principalmente COT con unos 20 autobuses al día en verano que se reducen a unos pocos en invierno.
En ferry:
La mayoría de turistas llegan en ferry desde Buenos Aires. La elevada frecuencia de horarios, el precio razonable y poder cambiar de aires y de país en poco tiempo hacen que sea una excursión ideal para hacer en un día.
Hay tres compañías de ferry: Buquebus, Colonia Express y Seacat Colonia.
Es interesante consultar sus páginas web porqué muchas veces tienen buenas ofertas.INFORMACIÓN TURÍSTICA
Centro de visitantes
QUÉ VER
Colonia no tiene ningún monumento espectacular, ningún icono, es la sencillez de su conjunto, la suma de los pequeños detalles lo que la hacen tan especial.
Paseo de San Miguel con su puerta de la muralla, el Portón de Campo, construida por los portugueses en 1745 y reconstruida entre 1968 y 1971. Da acceso al barrio histórico.Se conservan restos de muralla.
Paseo de San Miguel y Portón de Campo, entrada a la ciudad antigua
Muralla de Colonia
Calle de los Suspiros. Seguramente es la calle más fotografiada no sólo de Colonia sino de Uruguay entero. Es una calle de piedra con desagüe central y casas típicamente portuguesas - las más antiguas de la ciudad - que baja hasta el Río de la Plata.
Calle de los Suspiros
Se desconoce el origen del curioso nombre pero la imaginación ha dado diferentes versiones: Los suspiros de los condenados a muerte que eran llevados a ese lugar para que se ahogaran al subir la marea o los de los esclavos negros antes de ser transportados a su fatal destino. Los suspiros de los marineros cuando frecuentaban los prostíbulos de la calle o – la versión más romántica – el último suspiro de la joven enamorada que una noche de luna llena mientras esperaba a su amado, un enmascarado le clavó una daga en el pecho.
Sea cual sea la versión que nos queramos imaginar, es una calle muy bonita y su aspecto poco ha cambiado desde el siglo XVIII. La mayoría de casas son residencias propiedad de argentinos y en los bajos hay coquetas tiendas y galerías de arte, siempre con algún músico callejero que alegra el paseo.Calle de los Suspiros
Plaza Mayor, una gran plaza con árboles preciosos llenos de pájaros canturreando. En su origen es donde se hacían las maniobras militares.
Plaza Mayor
Faro. El faro se construyó en 1957 en el mismo lugar donde estaba el convento de San Francisco (1694) que fue destruido por un incendio en 1704 y del que se pueden ver aún sus ruinas. Desde sus 27 metros se ven unas bonitas panorámicas.Precio: 20 pesos
Faro y ruinas del Convento de San Francisco desde la Plaza Mayor
Desde el faro
Desde el faro
Basílica del Santísimo Sacramentoconocida también como Iglesia Matriz, la primera que se construyó en territorio uruguayo. El interior es muy simple con todas sus paredes encaladas y a pesar de que ha estado reformada, se conservan dos columnas de la antigua iglesia de los portugueses y las cúpulas de sus dos torres con los característicos azulejos.
Plaza de Armas de Manuel Lobodonde se encuentran las ruinas arqueológicas de la antigua Casa del Gobernador, destruida en 1777 por los españoles. Plaza muy agradable, rodeada de varias tiendas de artesanía y recuerdos.
Y aunque no hay un museo del automóvil, en sus calles se pueden ver un gran número de coches de época. Colonia no es una excepción ya que por todo el país pudimos ver muchos automóviles antiguos. A las afueras de la ciudad de Paysandú vimos una empresa con una gran exposición de coches y motos clásicos a la venta, auténticas joyas, aunque la mayoría de ellos para restaurar.
Casa del Virrey.
Ruinas de una vieja edificación de estilo portugués. Se desconoce exactamente el origen y el nombre, ya que en Colonia no hubo ningún virrey.Muelle viejo. En la Punta Santa Rita, del lado Norte del Cabo, hay un pequeño puerto para embarcaciones deportivas y de recreo, lugar de llegada de las regatas del Río de la Plata.La Rambla. Se divide en dos partes: Una, al sur del barrio histórico y la otra es la Rambla Costanera, cerca del estadio de fútbol y que llega hasta el campo de golf del Hotel Sheraton. Un lugar para relajarse, ir en bicicleta, pasear o ir a disfrutar de la puesta de sol.
Antigua estación de ferrocarril. Se inauguró en 1901 con el primer viaje de Montevideo a Colonia. Un antiguo cartel indica la distancia y altitud respecto de la capital.
Espacio cultural y museo del ferrocarril de Colonia. Situado frente a la plaza de toros, en el barrio Real de San Carlos. A los aficionados a los trenes quizás les interese este museo donde podrán ver cuatro vagones de tren antiguos parecidos a los que vimos en Valle Edén (Tacuarembó). Ver aquí.
Centro cultural Bastión del Carmen donde funciona el único teatro de la ciudad y donde se realizan exposiciones y eventos artísticos.
DÓNDE COMER Y DORMIR
No hay que preocuparse porqué encontramos una gran oferta de alojamientos de todas las categorías así como de restaurantes.Como es lógico, debemos tener en cuenta que en la ciudad antigua los precios son más elevados que en la ciudad nueva.En la Plaza Mayor hay agradables locales con unas terrazas espléndidas donde sentarse a comer o a tomar algo. Normalmente se puede escuchar música en vivo y si no, el canto de los pájaros. Nosotros comimos en la Pulpería de Los Faroles, un clásico de la ciudad.