Restos de la tormenta del tiempo. En el Torreón de la Pólvora de Eburia.
Foto © AJR, 2019
pues no en vano se asocia al vil empeño
frente al cual uno siempre frunce el ceño
y sabe que el esfuerzo no compensa.
Es también “la” color de la castaña
(que es su nombre en francés) y el tono oscuro
de las nubes que cubren de bromuro
la vasta cicatriz llamada España. ¿Quién no ha visto en el brillo del otoño
un reflejo marrón que se enmascara
cual lágrima en la máscara de un clown? ¿Y a quién no le ha asombrado ese retoño
de metal resonante en que se ampara
el ritmo alegre de Carlinhos Brown?