Revista América Latina

Columna de Juan Martorano Edición 250: Panaquire: Epicentro de resistencia y de pensamiento decolonial en la República Bolivariana de Venezuela.

Publicado el 25 octubre 2024 por Jmartoranoster

*JUAN MARTORANO  

El pasado viernes 18 de octubre, mi buen amigo y hermano de luchas  y caminos, Luis Salazar, luego de la lectura de una de mis columnas, me formuló una invitación que se le hizo a su vez a otro gran mentor comunicacional y excelente periodista, ser humano, revolucionario y después comprobé buen bolerista, Diógenes Carrillo, para ir a visitar el municipio Acevedo en el estado bolivariano de Miranda, a una feria de emprendedores que allí había.

Inicialmente pensaba y así era la invitación, que visitaríamos la famosa localidad de Capaya, donde sus habitantes dicen que fue donde realmente nació Simón Bolívar. No solo lo creen los que allí habitan, no solo lo creyó nuestro inolvidable Comandante Chávez, sino que también lo creo yo. Pero sobre este punto volveremos un poco más adelante.

Ya para el martes 22 de octubre se confirma el viaje para el jueves 24 de octubre a las 7:30 am, con toda la logística provista por el ciudadano alcalde José Oliveros. Pero el viaje no sería a Capaya sino a su pueblo primo, Panaquire. Y como el transporte que nos trasladaría a esa localidad pasaría muy cerca del sitio donde resido actualmente, inmediatamente y sin dudar procedí a confirmar mi presencia en dicho viaje y aceptar la maravillosa invitación de Luis y Diógenes.

En el día de ayer pensaba sobre un posible tema y esta edición de esta columna debió haber salido ayer. Solo que los vericuetos del destino tenían previsto otra cosa, y por eso la edición 250 sale hoy y con este tema, porque así debía ser.

Entonces nos trasladamos unas 25 personas e iniciamos nuestro viaje. Una de las cosas que realicé, siguiendo el ejemplo de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro es indagar algunos datos sobre la localidad a la que visitaríamos, y  que está a una hora y media de Caracas, la capital. Lo extraordinario del viaje empezó en Guarenas cuando buscamos al Director de Prensa de la Alcaldía de Acevedo, Héctor Delgado, y él como buen barloventeño orgulloso de su gentilicio, hizo las veces de guía turístico y a explicarnos toda la vía y la ruta del cacao, nos habló incluso de la diplomacia del cacao, además de recordarnos que en Panaquire fue el asiento del primer movimiento independentista liderado por el Capitán Juan Francisco De León en 1749.

Lo primero que nos explico Delgado fue que el municipio Acevedo es el más extenso territorialmente del estado bolivariano de Miranda con una superficie de 1.879 kilómetros cuadrados. Que posee el parque nacional Guatopo que colinda con el estado Guárico al sur y con el parque nacional Waraira Repano, al norte. Tiene una población de 87.731 habitantes y su capital es Caucagua.

Como para llegar a Panaquire hay que atravesar la troncal 9 que une a la capital con el oriente del país. Al comienzo de la exposición de Héctor, no me ubicaba, pero al atravesar un inmenso galpón verde que en los viajes que hacía años atrás frecuentemente hacia Guayana, no le había prestado mucha atención. Pero luego Héctor nos informa que ese galpón es la sede de la Pepsi Cola donde se envasan desde los refrescos, jugos Yukery, valga la cuña, alimentos, pero con la inmensa contradicción de que los que menos trabajan allí son los habitantes de Barlovento. Ya allí el viaje comienza a ser y a que los que allí íbamos conociéramos y pudiéramos constatar experiencias de resistencia cultural y de situaciones de esa región de ese querido estado.

Les confieso que le comenté al enterarme de eso, a mi colega Oneida Acevedo con la que venía conversando, que en mis próximas vacaciones en las que espero poder ir a mi amada Guayana, irme vía terrestre porque ya no veré de manera igual mí transitar por esa vía. Además de que allí está un símbolo de la lucha cultural de nuestro país no solo por ese galpón de la Pepsi Cola, sino por los repiques de tambores, los cumbes, la resistencia cultural, y la fuerza del Padre de la Patria Grande, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios Blanco.

Me impactó pasar por la planta de producción de la empresa socialista Cacao Oderí, aun operativa, porque nuestro inolvidable comandante Chávez estuvo varias veces en ese municipio, y como una de las demandas de los pobladores era el darle el valor agregado al cacao, Chávez en el año 2006 como parte de sus legados dejó esa planta.

Un poco antes de llegar al pueblo de Panaquire y de ver esa planta, nos detuvimos en una casa de uno de los cultores de ese pueblo, artesano, trabajador de madera y cuero, y en su morada lo vimos con cantidad de tambores, maracas, que muchos de los que allí íbamos las vimos, algunos compraron, grabamos algunos videos que esperamos subirlos a algunas plataformas tecnológicas para registrar ese hermoso momento.

Otro dato de los tantos que nos suministró el compañero Héctor Delgado fue el referido al tema de la seguridad. Acevedo era uno de los municipios más inseguros del estado bolivariano de Miranda. En esas montañas hubo fuerte presencia paramilitar durante la gestión de Henrique Capriles Radonski como gobernador de la referida entidad federal. Muchos de los pobladores de esa zona bastante que denunciaron familiares secuetrados y ejecutados por esas fuerzas mercenarias. Pero ahí cabe destacar el esfuerzo realizado cuando la Revolución recupera en el año 2017 la gobernación de Miranda de la mano de Héctor Rodríguez, y en el caso de la localidad que visitamos ayer, Panaquire, del alcalde José Oliveros, un hombre proveniente de fuerzas policiales y que por un fuerte trabajo realizado allí desde 2021, se ha recuperado la seguridad en esa zona.

Ya al llegar al pueblo de Panaquire, en lo personal el calor del mismo no me pegó mucho por mis estadías en mi querida Guayana. De hecho, el calor barloventeño es tolerable para mí porque o por lo menos ayer, no lo sentí como el “calor húmedo” de Guayana, donde sientes el cuerpo empegostado. Pero aquí es donde empieza lo verdaderamente extraordinario de este viaje de instrucción si así lo podemos catalogar, porque Panaquire hace honor a su nombre.

Panaquire es un vocablo indígena compuesto. “Pana”, como conocemos en Venezuela, significa amigo, y “quire” significa hombre, por lo que el nombre del pueblo es nuestro idioma sería “hombre amigo”.

Me faltó expresar que dentro de las 25 personas que fuimos a este viaje fue un equipo reporteril de Venezolana de Televisión que grabó imágenes de las haciendas cacaoteras y de varios lugares en Panaquire que saldrán próximamente.

Con el pretexto del programa “El ADN en la Noticia” que hicimos Diógenes Carrillo, Luis Salazar, Roberto Garcés, Daniel Retamal, la poetisa Shirley Rincón, el cantor del pueblo Edgar Parra, este servidor y otros tantos que de momento se me escapan sus nombres, al inicio del programa intervino el profesor Alejandro Espinoza, habitante del pueblo quien nos dio una cátedra de historia del pueblo.

Uno de los datos que desconocía era que el capitán Juan Francisco De León, líder de la primera rebelión contra la primera transnacional que hubo en nuestro país como la Compañía Guipuzcoana, murió al igual que nuestro Francisco de Miranda, en la prisión de La Carraca en España.

También escuchamos del profesor Espinoza lo del nacimiento de Simón Bolívar en Capaya. Porque es importante que entendamos que al referirse la historia del nacimiento de Bolívar en Caracas, no debemos entenderla como la que conocemos hoy en día. La provincia de Caracas iba mucho más allá de lo que hoy es el municipio bolivariano Libertador, abarcando territorios de Chacao, El Hatillo, Sucre, Baruta, lo que hoy es Miranda, incluso territorios de Aragua, Carabobo, Cojedes, Yaracuy y hasta Guárico. Es algo similar con la provincia de Guayana conformada por los territorios de los estados Bolívar, Amazonas, Delta Amacuro y el ahora estado Guayana Esequiba.

El municipio Acevedo como integrante de la subregión de Barlovento viven muchos afrodescendientes. Cuando llegué a Panaquire inmediatamente se me vino a la mente ese tema inmortalizado en la voz de Ismael Rivera “Las Caras Lindas de mi gente negra”. Además de lo lindas de las mujeres del pueblo por esa condición, las atenciones de los emprendedores y emprendedoras de allí fueron extraordinarias.

También además del repique de los tambores pese al calor, y de los quitiplás, si algo lamento del viaje fue no llevar una libreta y un lápiz porque lo que recibí de los habitantes de Panaquire fue una cátedra, una clase de historia, de cultura, de economía comunal, de muchas cosas. Por ejemplo cuando Héctor Delgado nos mencionó más no explicó lo de la diplomacia del Cacao, y cuando hablamos de la oligarquía venezolana el apodo de “grandes cacaos” no es gratuito tiene que ver no solo por la variedad, por la genética, sino que el cacao tiene unas propiedades y de ahí los intereses y el potencial económico.

Por ejemplo una mujer que creo respondía al nombre de Edith, explicaba que el Cacao tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, reduce el colesterol malo, puede prevenir el deterioro cognitivo, ayuda a dormir, relaja y activa el neurotransmisor de la serotonina (me consta), mejora la recuperación producto del ejercicio físico que realizamos y favorece la salud del corazón. Es decir, nuestro cacao no solo es un alimento sabroso y con tantas propiedades (apenas mencionamos algunas) tiene tantas potencialidades y propiedades que por eso es uno de los más codiciados del planeta.

Bueno y ni hablar de las experiencias de resistencia que he mencionado en este escrito como las del Capitán Juan Francisco de León, experiencias de cumbes como las de Mango de Ocoita y de Guillermo Ribas, negro cimarrón que fue esclavo de Marcos Ribas, padre de José Félix Ribas, héroe de nuestra independencia y tío político de Simón Bolívar. Guillermo Ribas fue el creador del Cumbe Mango de Ocoita y por no ajustarse a los caprichos del conquistador español se rebela en 1768. Este cimarrón sufrió una difamación al catalogársele como bandolero, violador de mujeres, y todo lo que hoy en día se hace a través de las redes sociales o plataformas tecnológicas.

El 10 de noviembre de 1771, Guillermo Ribas es finalmente capturado y posteriormente decapitado y le cortaron una mano. Tanto su cabeza como la mano fueron colgadas en la entrada del pueblo de Panaquire para que sirviera de escarmiento a los negros con intenciones libertarias. No obstante lo que logró el colonizador español con una acción como ésta fue aumentar el cimarronaje en Barlovento.

Luego del almuerzo, consistente en un arroz con pollo muy sabroso, además de tomar el café producido en esas tierras mágicas, fuimos al río “Panaquirito”. Soy más de hombre de mar y hasta de piscina que de rio, tal vez por no superar un trauma de mi niñez donde por una travesura de mis hermanos menores en el río Amana, en el estado Monagas, caí en un remolino que me haló y casi me ahogo. Sin embargo ayer en “Panaquirito” me quité los zapatos, me recogí los ruedos de mis pantalones y me mojé los pies e hice contacto directo con la naturaleza junto a algunos de mis compañeros y algunas de mis compañeras de este viaje y conversábamos. Les confieso que por un instante casi me dieron ganas de quitarme la ropa y echarme el chapuzón en ese río que parecía más bien riachuelo, pero que el agua estaba calma y no muy fría, porque así me lo expresaron mis pies. Será para la próxima oportunidad que vuelva a ese pueblo.

Pero la idea de hacer este relato y reflexiones de este viaje que me cargó de muchas energías que se siente en esos poblados es la siguiente. Panaquire es un pueblo pequeño de apenas 6.289 habitantes, pero además de lo linda y amigable de su gente, de su cultura, de su gastronomía, es a mi juicio un epicentro del pensamiento y una experiencia decolonial que debe ser más conocida por nosotros y nosotras.

Porque no estoy renunciando a los marcos teóricos y definiciones conceptuales de la descolonización que debemos hacer. Todo lo contrario, busco promoverla, pero tal vez como además de escribir las experiencias fundamentales que uno va teniendo es con gente humilde es muy importante que en nuestra comunicación, tal y como lo hizo el inolvidable comandante Hugo Chávez, manejemos los códigos populares para hacer esto comprensible a nuestra gente y que ellos no vean que la decolonialidad del poder es algo alejado y ajeno a ellos y a ellas.

Señalé al inicio de la edición de esta columna que debió haber salido ayer y tal vez con el análisis sobre “el no ingreso” o veto por parte de Brasil a Venezuela como miembro pleno a los Brics (de eso nos referiremos en la próxima edición de esta columna, Dios Mediante). Pero por lo maravilloso y sentido del viaje a Panaquire y por todo lo compartido tanto con mis compañeros y compañeras como a la gente de Panaquire, donde un pedazo de mi corazón se quedó allá con la esperanza de volver pronto. Más allá de los fríos análisis cargados de datos que muchas veces no se comprenden, no es malo de cuando en cuando liberar los sentimientos y nuestra subjetividad, porque antes que profesionales o militantes de una causa, somos seres humanos. Y en Revolución y en Socialismo el alfa y el omega son los seres humano, hombre o mujer, en su género masculino o femenino. Y nos quedan a algunos y a algunas incluso ganas de visitar Capaya y una vez que el alcalde Oliveros que anda en esa tarea, recupere la casa donde dicen los habitantes de ese pueblo fue donde realmente nació Simón Bolívar, pues tener ese honor de poderla visitar, palpar la huella del Padre de la Patria Grande y cargarnos de su fuerza y energía.

Cuando escuchando los tambores culo e puya de Barlovento que me recuerdan también al bumbac de El Callao de mi amada Guayana, me cargo de la energía de los cumbes, de esa gente, de esa experiencia de resistencia que aún persiste en nuestros tiempos y que pese a todos los obstáculos y dificultades que podamos afrontar. ¡Nosotros y nosotras Venceremos!.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

*Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas (RENTSOC). [email protected], [email protected], [email protected]. Cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta en Facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano

Columna de Juan Martorano Edición 250: Panaquire: Epicentro de resistencia y de pensamiento decolonial en la República Bolivariana de Venezuela.

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