*JUAN MARTORANO
Quince meses tenía que no visitaba a mi querido estado Bolívar, luego de que la pandemia me mantuvo cuando se pudo largo tiempo haciendo teletrabajo en esta zona, y luego cuando correspondió retornar físicamente a la institución donde laboro, en cumplimiento de mis responsabilidades más los estudios del Diplomado sobre Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) y una circunstancia personal que me toco afrontar, pese a mis vacaciones, demoro un tanto mi venida a la entidad federal considerada la primera alternativa no petrolera del país.
Llegué el domingo 30 de julio y lo hice sin mucho aspaviento y bulla. Esto porque de los tres meses que solicité de vacaciones, realmente disfrutaría uno por las razones que ya esgrimí en el párrafo anterior, y a punto estuve de no poder hacerlo. Sin embargo, la providencia no lo quiso así y pude venir a Guayana, en la que, dentro del tiempo, además de un descanso, he podido compartir con familiares y afectos a los que tenía tiempo que no veía.
Pero no había terminado de bajarme del avión, y mientras esperaba a mi hermano y a un amigo a que fueran a buscarme en el aeropuerto, cuando observé un vehículo de una Ong denominada “Médicos sin Fronteras”. Elemento del que tomo nota, ya que, en años anteriores, en los Diarios de una Cuarentena y en esta misma, he alertado sobre la presencia de importantes Ong en el sur de Venezuela, con claros objetivos desestabilizadores, sin dejar de reconocer las grandes problemáticas sociales, económicas y políticas que afronta esta región.
Así como no hay visita que realice a Ciudad Guayana que no observé un vehículo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esto es algo impelable.
Me queda pendiente identificar al MC-21NOV que tanto Katu Arkonada como este servidor hemos denunciado. Aunque por otras investigaciones realizadas, alertaré sobre otras organizaciones que tienen un claro tinte conspirador desde el propio Brasil, pero que son poco conocidas. Esto será tema de próximas ediciones de esta columna.
Lo impresión que me llevo a pocos días de mi regreso a Caracas es el de una Ciudad Guayana un poco más limpia y hasta ordenada. Aunque todavía le falta. El sector comercial se queja mucho de las altas tarifas de la empresa Fospuca, e incluso señalé en columnas precedentes observaciones a la Ley de Armonización Tributaria y a todos los señalamientos a esta empresa. Esperemos que el tiempo permita que se solventen las situaciones y realmente paguen más lo que más recursos tienen y que lo que haya que pagar por el servicio de aseo y ornato de la ciudad no tenga carácter confiscatorio (lo cual está prohibido por nuestra Constitución y leyes de la República).
Pero creo importante también no solo referirme a elementos macro, sino también de los detalles, de los elementos micro que a veces no tomamos en cuenta, y son los que más valora la población, el hombre, la mujer, el pueblo de a pie que es trastocada su calidad de vida en su cotidianidad.
Por ejemplo, uno de los puntos negativos que pude observar está en que, al caer la noche, por lo menos en lo que a Ciudad Guayana se refiere, parece la “propia boca del lobo”. La oscuridad se apodera de importantes sectores de la ciudad, y ello ni hablar del problema de la criminalidad. Recientemente tomé nota de denuncias de personas por el Paseo Caroní y otras zonas de la ciudad, donde se arrojan piedras a los vehículos, a fin de que sus conductores se detengan y sean víctimas del hampa. Esperemos que nuestras autoridades tomen debida nota de esa situación.
Eso por no hablar del problema del transporte, que desde que tengo uso de razón, ha sido uno de las situaciones neurálgicas de esta urbe. Después de ciertas y determinadas horas, el mismo no existe, y el poco que hay, por lo menos me pasó a las 8:30 pm de una noche de estas en las que salí, los denominados “pisteros” (carros por puesto) que en horas del día te cobran 10 bolívares, fácilmente a esa hora te pueden cobrar entre 15 a 20 bolívares. Cualquier parecido con la capital de la República o cuando se deben trasladar a las “ciudades dormitorio” (Guarenas, Guatire, Charallave, etc) no es mera coincidencia.
Pero ni hablar del problema de la gasolina, el cual lejos de mejorar, ha empeorado. En un encuentro que tuve y durante el día no me había dado cuenta, pero cuando volvía a mi casa y en un antojo que me dio por caminar por la ciudad y en horas nocturnas, bajando por el Parque la Navidad mis ojos no daban crédito a lo que observaban: Una larga hilera de vehículos (y apenas vi una parte y lo que se podía ver) estaban haciendo cola para surtir de combustible. Tenía entendido que el gobernador Ángel Marcano dio la orden de prohibir las colas y las pernoctas en las estaciones de servicio, pero a esa hora, cerca de las nueve de la noche, pude presenciar las mismas.
Igual el pasado lunes 21 de agosto, cuando mi hermano me llevaba de regreso al apartamento luego de haber compartido un día en su casa junto a su compañera y mis sobrinos, sus hijos, pude presenciar en el día una larga cola de vehículos casi desde la urbanización Los Mangos de la parroquia Universidad, pasando por la entrada del Loyola Gumilla y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en su núcleo acá en Guayana hasta la estación de servicio de Villa Alianza, cerca de casa. Literalmente me quedé con la boca abierta y horrorizado ante esta imagen dantesca que no me contaron, al presencié con mis propios ojos.
Pero lo más tremendo, fueron las expresiones y comentarios que surgieron en reunión en la que estuve presente, el pasado 12 de agosto de los corrientes, en la denominada Sala de Arte de Sidor. Más allá de que la cita allí obedeció a un homenaje que se le realizó al camarada y profesor Carlos Lanz, de encontrarme con viejos cuadros guerrilleros y guerrilleras devenidos y devenidas en obreros y obreras de esta tierra bendita y de los que aprendí, aprendo y creo que seguiré aprendiendo mucho. Más allá de ideas, de homenajes y de sistematización de la experiencia de Carlos Lanz a su paso por la presidencia de CVG Alcasa, y de que mucha de su experiencia de cogestión y formación de cuadros políticos gerenciales revolucionarios que manejaran la CVG y empresas básicas de Guayana se frustró, en buena medida por mismos cuadros supuestamente revolucionarios que hoy en día tienen puestos de responsabilidad no solo dentro de estas empresas sino de la Gobernación y alcaldías del estado. Sino de observaciones y cuestionamientos que creo es importante prestar mucha atención.
Esos cuadros a los que tuve la oportunidad de escuchar, hicieron unas primeras observaciones a compañeros de la denominada Alianza Popular Revolucionaria (APR) y a integrantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV) hasta hace poco dirigido por Oscar Figuera. Las críticas fueron del tenor que en su momento les hizo el Comandante Chávez de aferrarse a dogmas ideológicos, cuando hay circunstancias que te obligan a tomar ciertos cursos de acción que tal vez en otros momentos no se hubiesen adoptado. Esa dirección del PCV no lo comprendió, y más allá de observaciones y críticas, muchas valederas, otras no, pero en su forma de plantearlas, pero sobre todo en sus acciones de lucha, además de no comprender el momento histórico, cometieron muchos errores y en ocasiones rayaron en la imprudencia.
Pero las críticas no solamente fueron para ellos. Evidentemente también hubo críticas para la actual dirigencia revolucionaria del PSUV y el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, porque, así como expreso una cosa, también expreso otras. Ciertamente las MCU y el modelo económico vigente en nuestro país nos obligan a tomar cursos de acción que por principios y por otras circunstancias no hubiésemos adoptado. No obstante, no podemos olvidar que nuestra base política y social de respaldo son los trabajadores y trabajadoras, las mujeres, los campesinos, los estudiantes, las comunidades LGBTIQ, entre otras. Y ha habido políticas, y acciones que incluso han sido regresivas y han ido en detrimento de ellos.
Por ello, no solo basta la narrativa, el discurso que hasta hace algunos años teníamos sobre las agresiones y el imperialismo, el cual sin duda seguirá estando porque los planes conspirativos contra el proceso político que vivimos en Venezuela no cesan. Pero dentro de la agenda político mediática discursiva, esos grupos excluidos quieren verse visibilizados, para poder sintonizarse con nosotros y recuperar la esperanza en el proceso político legado por el Comandante Chávez. Es construir una nueva narrativa y aplicar un programa de luchas en el que sintonicen esos grupos y contribuya a la movilización que trascienda más allá de la coyuntura electoral.
Y eso pasa no solo por la información y formación de cuadros más allá del clientelismo político. Recordemos que el cuadro se mueve por convicción y por conciencia y las masas fundamentalmente por el clientelismo político. Por eso Chávez, en su visión estratégica, definió acertadamente que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es un “partido de masas, pero que debe formar cuadros que dirijan la Revolución”. Y esto porque no solo basta la formación de los líderes y lideresas, de los cuadros dirigentes del proceso, sino que necesitamos ir a un proceso de acumulación y articulación de fuerzas, para poder transformar nuestra realidad, como lo señalara Carlos Marx.
Y sobre todo que no seamos hiperalérgicos e hiperalérgicas a las críticas o a lo planteado por el pueblo. Y así ocurrió con estos viejos camaradas y viejas camaradas, con observaciones y severos cuestionamientos a ciertas y determinadas ejecutorias de nuestro Gobierno. Pero ello pasa también por no explicar, por no informar, por no abrir los debates necesarios para que la comunicación se dé, la dialéctica, las contradicciones, y así poder corregir errores y seguir avanzando.
El pasado martes 22 de agosto sectores de oposición iniciaron su “campaña electoral” para el proceso que ellos se han convocado de primarias para elegir la opción que enfrentaría a la del chavismo en las presidenciales de 2024. No obstante, y sin temor a equivocarme, aunque aún me quedan 5 días en la zona del hierro antes de retornar a Caracas, puedo señalar que desde hace rato estamos en campaña electoral, y hay que tomar debida nota de esto que voy a expresar.
En este casi mes que tengo en Guayana, y para el momento en que escribo estas líneas, se han dado 5 interrupciones eléctricas. Las más recientes, el lunes 21 con dos horas y el martes 22 de agosto con casi 5 horas. Esta última desde las 3.40 pm hasta las 9:00 pm.
Y ayer, aunque no hubo corte de energía eléctrica, no obstante, hubo fallas en el servicio Aba de Cantv durante todo el día. Y esa es una de las razones por las que por ejemplo la edición N° 58 de esta columna se publicó tarde en el portal aporrea.org, incluso casi que sale en simultánea con esta, debido a este retraso no atribuible a mí
Imagínense como esto incide en formación a distancia y en las modalidades on line que hoy en día promovemos, la inteligencia artificial.
Tal vez estos comentarios de este servidor que se encuentra en la sexta entidad federal de consideración de cara a cualquier proceso electoral en nuestro país (esperando que esto no haya cambiado, sin embargo, me daré a la tarea de actualizar esta información) pudiera no tener mayor importancia. Sin embargo, y este dato también espero poder actualizarlo, los apoyos más fuertes del chavismo provienen de los estados del interior del país, más allá de las grandes urbes como Caracas, Zulia, Carabobo, Aragua, Miranda, etc.
Sería interesante determinar cómo esas entidades del interior del país más allá de las grandes urbes, y que durante la vida del Comandante Chávez se constituían en bastiones del chavismo, cuál sería su comportamiento no solo electoral sino político y en diversos órdenes por lo menos durante los últimos 10 años. Seguramente podríamos llevarnos algunas sorpresas.
Bueno con estas líneas culmino de momento estas reflexiones que también las tenía pendientes desde hace algunos días. Pero indicando a mis amistades y camaradas que seguramente en noviembre vuelva para otras vacaciones, y seguramente para pasar las fiestas de navidad y fin de año antes de las batallas que se nos avecinan en el año 2024 que serán muchas.
La suerte de mi querido estado Bolívar nunca me será indiferente.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , [email protected], [email protected] , [email protected] , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.