Juan Martorano
Ha sido muy grato en este día, a un poco menos de 48 horas de la juramentación constitucional del Presidente de la República Bolivariana reelecto, Nicolás Maduro Moros, reencontrarnos con tantos afectos, además de la reactivación comunicacional en nuestro programa «La Realidad Inventada».
Justamente el título de la edición de hoy de nuestra columna fue tomado de nuestras palabras de cierre del mencionado programa el día de hoy, y que además de escucharlo en vivo en el dial 94.7 FM de Caracas y por streaming a través de las cuentas alsondel.23 en Instagram y Youtube, también podrán verlo colgado en el portal ensartaos.
Pero queremos justamente con las palabras del cierre de ese programa compartirlas en esta edición de esta columna.
Las diferentes plataformas tecnológicas y redes sociales digitales preconizan un apocalipsis, caos, sangre, pero que contrastan radicalmente con la realidad que uno ve en las calles. Paulatinamente el comercio ha ido abriendo sus puertas ( hoy hay más establecimientos abiertos) pero aun la gente tiene la modorra de la navidad y Año Nuevo, y eso en el caso de Caracas es normal y hasta un tema cultural. Indudablemente por las movilizaciones que habrán el día de mañana 9 de enero y el viernes 10 si habrá un poco de colapso, caos y trancas vehiculares pero típicas de estas movilizaciones, porque los comercios no dejarán de trabajar, y hasta algunos producto de esas jornadas hasta harán su agosto.
Pero el tema de lo que a nuestro juicio ocurrirá el viernes 10 de enero es lo que nos convoca hoy, lo que ocurrirá visto desde la óptica optimista y de los que el 28 de julio de 2024 votamos por la opción de la Revolución Bolivariana.
Particularmente no utilizamos el término «toma de posesión» porque ya Nicolás Maduro desde el 8 de marzo de 2013 viene ocupando la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Para nosotros, más allá del acto solemne, protocolar y constitucional del viernes, vemos la fecha del 10 de enero de 2025 como el inicio de un nuevo ciclo histórico en el país.
En primer lugar, porque Maduro en el marco de su propuesta electoral el año pasado, nos hablaba de 7 transformaciones necesarias para la Venezuela en la que hoy vivimos. Y esta propuesta que será el plan a ejecutar en el sexenio 2025-2031 se enmarcar incluso con el asomo por parte del Jefe del Estado de la posibilidad de una reforma constitucional.
Ya el año pasado vivimos las dos consultas a las comunidades para determinar dónde invertir los recursos para priorizar proyectos para solventar las problemáticas más sentidas. En un claro ejercicio de democracia directa, culminando el año con la elección de los Jueces y Juezas de Paz Comunal.
Pero para dar un mayor impulso y avance a lo que ya en la práctica se ha comenzado a aplicar, y que en este año están previstas 4 consultas de ese tipo más en abril probablemente una consulta comunal para proyectos que beneficien a la juventud y una consulta de proyecto comunal que beneficie a nuestros cultores y cultoras más el presupuesto nacional con un porcentaje a las comunidades nos insinúa que se busca un escalamiento que trascienda de una democracia participativa y protagónica a una democracia comunal y directa.
No esperaremos a que se anuncie y juramente la comisión de asesores y expertos nacionales e internacionales para utilizar esta vía para hacer propuestas de la adecuación de nuestro texto constitucional. De hecho la primera propuesta que hacemos es que tomemos como documento base de esa reforma la propuesta realizada por Hugo Chávez en el año 2007. En posteriores entregas señalaremos las razones de ello.
El otro elemento de este nuevo ciclo histórico que no podemos ver de lado tiene que ver con las elecciones previstas para este año 2025. Elecciones municipales (alcaldes, alcaldesas, Concejos Municipales), Elecciones regionales ( gobernaciones, parlamentos estadales) y diputados y diputadas a la Asamblea Nacional. Y en aras de la gobernabilidad de este nuevo ciclo histórico es fundamental que la Revolución Bolivariana conserve los espacios que ya tiene y gané aquellos que no tiene en estos momentos.
De ello tendremos tiempo de sobra para referirnos a lo largo del año que recién inicia, pero lo vamos asomando para que vean por donde más o menos vamos a venir este año 2025.
No podemos perder de vista en este año 2025 la asunción en Estados Unidos del segundo mandato de Donald Trump. Si bien en esta transición del gobierno demócrata al gobierno republicano hemos observado algunas declaraciones altisonantes del mandatario electo estadounidense, todas estas incógnitas comenzarán a despejarse a partir del 20 de enero de 2025. Pero por los nombres asomados por los que acompañarían a Trump en este segundo mandato, lo que se avizora para muchas partes del mundo es invasión y guerra. Ojalá nos equivoquemos con esto, pero hay que prepararse para escenarios complejos.
Ese espacio del nuevo ciclo histórico que tomamos en cuenta con la juramentación de Nicolás Maduro el viernes, debe dar espacio no solo a la consulta popular a las comunidades sino a un debate franco, abierto, irreverente. Creo que debemos volver a Chávez y a la crítica y autocrítica necesaria. Sin autoflagelarnos ciertamente, pero no podemos ponernos «delicados» ni «delicadas» cuando se hace una observación o crítica ante errores o desviaciones que se hayan podido cometer dentro de la Revolución.
Porque el pueblo ratificó la confianza en Maduro por seis años más, entendiendo que hay tareas pendientes. Reconocemos que las heridas de guerra en el cuerpo de la Nación producto de las agresiones de las medidas extorsivas y criminales contra nuestro país aún persisten. La tarea del Gobierno ratificado que inicia su nuevo período el viernes debe ser que esos porcentajes de las cifras del crecimiento macroeconómico se traduzcan en mayores ingresos para el pueblo de a pie. Y sobre todo a los grupos más vulnerables.
El programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica ha rendido frutos en los últimos tres años (2022, 2023 y 2024 recién finalizado) e incluso durante 2024 se logró lo que hace años no se había podido: la estabilidad en el tipo de cambio que combinado con el ingreso mínimo integral indexado a contribuido de manera importante en la restitución de la calidad de vida de la población. Pero este equilibrio fue ligeramente trastocado con el incremento del dólar que pasó de 36 bolívares a finales de septiembre a un poco más de 53 bolívares en estos comienzos de enero, representando un 45% de devaluación de nuestro signo monetario producto del recalentamiento económico de finales del año, más los intentos de desestabilización aupados por el sector fascista que representa la señora Machado y el señor González Urrutia.
Debemos contribuir enormemente a la formación política e ideológica de nuestro pueblo para que en los tiempos de dificultad y cuando nos toque afrontar desiertos, esté preparado y preparada y la Revolución tenga bases sólidas para cuando las tormentas amenacen con aniquilarla, no podrán porque sus bases están sólidas.
Incluso hay sectores revolucionarios y chavistas con descontentos, con necesidades, con planteamientos que deben ser escuchados. Visibilizar esto no es para nada contrarrevolucionario. Por ello debemos escuchar, el Gobierno debe volver nuevamente a las calles.
Estos deben ser signos y señales de los tiempos que deben comenzar a venir a partir del viernes 10 de enero de 2025 una vez que nos juramentemos con el Presidente Nicolás Maduro.
Aunque no sea el tema de esta nota, pero adelantamos que seguramente en la próxima entrega nos referiremos a un tema del dólar gris, donde formularemos una alerta que consideramos necesaria hacer, en aras de la protección de nuestra economía.
Por lo demás, nos estamos preparando para los eventos y movilizaciones que comenzarán a ocurrir a partir de mañana jueves 9 de enero y el viernes 10 de enero de 2025. Con una seguridad garantizada no solo por el despliegue de los policiales, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana sino con la activación mediante decreto presidencial de las Organizaciones de Defensa Integral (O.D.D.I.) donde además de la milicia, colectivos, las diferentes organizaciones del Poder Popular asumen el mandato constitucional y legal de la corresponsabilidad en la Seguridad y Defensa Nacional.
Por eso no es mera retórica aquella consigna de que con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro.
Y de que en este ciclo histórico podamos lograr la irreversibilidad del no retorno a la dominación capitalista y la consolidación del proyecto socialista y comunal.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. http://Www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.wordpress.com , [email protected], [email protected] , [email protected] , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.