Por Anabel Sáiz Ripoll
“Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris
Italiam, fato profugus, Laviniaque uenit
litora….”
Con esta vehemencia espectacular se inicia uno de los poemas más bellos de la antigüedad clásica, La Eneida, de Publio Virgilio Marón. La traducción al castellano de estos versos –y alguno más- es la siguiente:
“Canto las armas y a ese hombre que de las costas de Troya
llegó el primero a Italia prófugo por el hado y a las playas
lavinias, sacudido por mar y por tierra por la violencia
de los dioses a causa de la ira obstinada de la cruel Juno,
tras mucho sufrir también en la guerra, hasta que fundó la ciudad…” Sigue leyendo en Culturamas