



















El sábado en la mañana teníamos idea de subir al parque nacional Montaña de Comayagua, pero se nos escapó el bus y ya no había modo de ir y volver en el mismo día. Finalmente y leyendo la guía, descubrimos que en los alrededores había bastantes balnearios, y agarramos un taxi para que nos llevase a uno de ellos. Cual fue nuestra sorpresa al llegar, que a lo que llaman "balnearios" en realidad son unos "aquópolis" horteras, pero ni modo... ya estábamos allí, así que nos dimos un chapuzón y almorzamos tranquilamente. Después, para Tegucigalpa, donde a las 5:30 de la mañana me esperó el bus de regreso para mi San Salvador querido.





Lo peor del "balneario" fue ver los pobres animales encarcelados que tenían...






