Vaya bodrio. Es interesante que el cine español busque nuevas ideas, para alcanzar segmentos del mercado que copan los blockbuster llegados del otro lado del charco, pero no a cualquier precio. Diálogos absurdos, actuaciones dignas del mejor tronco, vocalización nula, dirección esquizofrénica y muchas cosas más que bordean lo espantoso. El film y un poco de cianuro logran una combinación perfecta.
Mi Puntuación: 2.3