Hay veces que la apariencia de un edificio en el exterior se traduce en formas caprichosas en el interior. La planta circular de este comedor no pasa desapercibida.
Luminoso, en otro nivel a un par de escalones de la cocina, algo minimalista… varias cuestiones podemos resaltar de este comedor, pero lo primero que vemos es que el espacio en el que está definido es circular.
Como no puede ser de otra forma a esta planta le corresponde una mesa redonda, de un tamaño adecuado para que al colocar las sillas haya espacio suficiente de movimientos.
Las paredes curvas dificultan la colocación de baldas o estanterías así que están vacías de accesorios dejando el protagonismo a la lámpara y al set de comedor.
El resto del ático es muy acogedor, tanto en su forma, como en su decoración, con mucha madera natural, mucha luz y una distribución perfecta. Espero que os guste ¡feliz jueves!
Vía: Lundin