La ausencia más dura de estas navidades sin duda ha sido la de nuestra división paranormal favorita. A pesar de que el parón de fin de año ya es tradición en Fringe, en esta ocasión ha resultado especialmente difícil si tenemos en cuenta que la historia central se encuentra en un punto tan álgido como arriesgado. Y es que la trama sobre los dos universos parece haber llegado a su climax antes de situarnos a mitad de temporada, y es muy complicado predecir que nos depararán sus 13 episodios restantes.
Para empezar, este 3x10 se centra de lleno en un tema pendiente como es el de Los Observadores. Pero las sorpresas no terminan ahí, ya que en él nos reencontramos con Christopher Lloyd, el mítico Doc de Regreso al Futuro al que muchos incluso creen muerto debido a lo poco que trabaja tras su polémica racista. Como veis, un episodio cargado de ingredientes para cargarnos las pilas ci-fi con las mejores baterías posibles. El comentario del 3x10 Firefly, sus datos de audiencia y un comentario general de la temporada tras el salto.
Ya sabéis que desde La Palomita consideramos a Fringe una de esas series que se han ganado a pulso el apelativo de imprescindibles. Lo que comenzó como un reemplazo de Expediente-X ha conseguido introducirse poco a poco en todos los rankings basados en la calidad aunque siempre ha luchado con la sombra de la cancelación. La última decisión de FOX al respecto fue moverla tras el parón navideño a los viernes, un día que ya es considerado como el lugar al que van las series estadounidenses a morir sin sobresaltos. Pero si algún programa se merecía romper esa maldición esa era la serie de
Gracias a las pistas que hemos ido recogiendo durante estos 3 años sabemos bastantes cosas de estos personajes alérgicos a la gomina. La más importante es que se trata de una raza que existe desde mucho antes que la humanidad y que con toda probabilidad poblaba la tierra antes que nosotros. Otro dato crucial es que dominan el viaje en el tiempo a la perfección y parece que se dedican a controlar el correcto curso de los acontecimientos. Un equilibrio que Walter dañó irreparablemente al traer a Peter del otro lado. Ese es el origen del resquebrajamiento del universo alternativo y al parecer, la razón de la existencia de una misteriosa máquina aparantemente creada para los casos en los que una realidad colapse con la otra. Lo que descubrimos en este episodio son más datos sobre la implicación de Peter y el control de Los Observadores sobre la situación y sus intenciones.
Toda esta información nos llega por medio de una trama con claras referencias para los amantes de la ciencia ficción. Una aparición del mítico Doc en Fringe solo podía darse en el marco de los viajes temporales, eso sí, con una horripilante peluca estilo Emmet Brown incluida. Resulta que su personaje es un antiguo rockero (el ídolo de Walter de hecho) que quedó trastornado tras el atropello de su hijo. Pero una noche recibe una inesperada visita en el sanatorio en el que se encuentra recluido. Se trata de su hijo, y la grabación de la cámara de seguridad confirma que su aspecto es el mismo que en 1985, el año de su muerte. Nuestros chicos se ponen a trabajar y llevan al viejo rockero al laboratorio de Walter, donde entablan una relación totalmente entrañable basada en el amor a la música y al helado de fresa. El científico consigue devolverle sus facultades para que recuerde claramente la visita de su hijo y descubre que todo ha sido un espectáculo del Observador para enseñarle las consecuencias de sus actos. Resulta que la noche en la que Walter trajo a Peter del otro lado este se entretuvo jugando con una libélula. Un pequeño acto que alteró la cadena de acontecimientos natural provocando el atropello del hijo del pianista. 
Impactado por este pequeño ejemplo de la magnitud del secuestro de Peter, Walter se siente tremendamente culpable y acata todas las órdenes del Observador, que le sigue poniendo pruebas para que cuando llegue el día en el que tenga que sacrificar a su hijo sea capaz de hacerlo. Lo que realmente hemos descubierto es que Los Observadores han pasado a una actitud totalmente activa para restablecer el equilibrio. Unos planes que por desgracia parece que van en contra de los intereses de nuestros protagonistas y que esperamos conocer en lo que queda de temporada.Como veis, todo está alineado para resolver todos los misterios en esta misma temporada de no conseguir Fringe la renovación, pero de lograrlo, siempre pueden recurrir con cuentagotas a Los Observadores para que la alternancia no sea solo entre los episodios caso y los episodios de choque de realidades. Aunque por lo que estamos viendo, cada día las tres vertientes están más relacionadas demostrando una de las mejores planificaciones argumentales de la pequeña pantalla. ¿Seguro que esto es de J.J.? 
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