La tal Dolores dirige una formación que posiblemente sea la más rancia de toda la (muy rancia) extrema izquierda europea. Una formación que quiere retroceder varios siglos en modelo económico y en libertades individuales. Una extrema izquierda que no condena la violencia y que copió su nombre de la Unidad Popular del País Vasco.
Pues bien, estas son las ideas fuerzas de la felación en forma de retrato que le hacían el otro día en El País: "activista" "derechos sociales", "ingenuidad", "familia de pescadores" "entorno comprometido", "teología de la liberación", "comprometida", "estudió de noche", "honesta", "íntegra", "alérgica al sectarismo", "sacrificio inaudito", "transversales", "plurales", "aceptó", "afable profesora".
Lo llaman periodismo y no lo es...
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