Comentario en El cántico de un planeta llamado Tierra por El cántico de un planeta llamado Tierra

La astronomía es la rama de la ciencia que los humanos hemos desarrollado para entender y describir los procesos que ocurren fuera de nuestra atmósfera.
La medicina es la materia que hemos desarrollado para entendernos como especie. Para estudiar nuestros procesos fisiológicos, histológicos, nuestras patologías y como combatirlas.

En un principio parecen muy alejadas la una de la otra. Pero las dos estudian lo mismo. Estamos hechos de la misma materia del cosmos, la explosión de numerosas estrellas a lo largo de eones han ido formando los elementos químicos en los que se sustenta la vida en la Tierra. El mismo carbono que se pudo formar en la explosión de una supernova hace miles de milones de años a miles de millones de años luz puede estar ahora formando parte de los dedos con que tecleo este post.

La medicina no hace más que descubrir la forma en que los átomos de carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno han evolucionado desde una esquina del universo hasta formar una entidad compleja y consciente de sí misma. Capaz de mirar a las estrellas de donde proviene, contemplarlas con admiración y asombro, desarrollando habilidades que permiten su estudio y compresión.

La medicina, la biología, la química, la astronomía, todo forma parte del mismo cántico de la tierra

Así ha sido y será mientras nuestra especie siga existiendo. Si le damos la espalda a nuestra ciencia, nos estamos dando la espalda a nosotros mismos. Y todos sabemos los momentos en la historia que esto ha sucedido, y todos sabemos las consecuencias que ha tenido.

Biólogo, astrónomo, médico, enfermero, químico, físico que estás leyendo estas líneas, ahora son malos tiempos para nuestra pasión. Pero si apagamos nuestros ordenadores, dejamos nuestros laboratorios, abandonamos nuestras investigaciones, dejamos de divulgar lo que nos apasiona…. entonces si que habremos entrado en una verdadera recesión, y no la que hablan ahora en los medios de comunicación.

Aunque no haya fondos, aunque nos den con la puerta en las narices una y otra vez los políticos y la estúpida burocracia que nos envuelve, seguir con vuestros cometidos.

Somos la punta de flecha de esta civilización. Los años pasarán pero el espíritu seguirá siendo el mismo.

Yo pienso continuar haciendo mi camino.

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Y la vida se abre paso….