Hace dos semanas terminé de leer la novela “Ella, que todo lo tuvo” de la escritora colombiana Angela Becerra. A inicios de este año por casualidad me encontré con una entrevista que le hacían a la autora en un canal español y me pareció una persona fascinante. Esto, sumado al hecho de que la novela obtuvo el Premio Planeta 2009, me llevó a comprarla en la última Feria del Libro de Guayaquil. Sin embargo, lamento decir que no sentí que mis expectativas fueron satisfechas.
Evidentemente Becerra cuenta con una creatividad infinita, por algo tuvo una carrera brillante en el mundo de la publicidad. Pero siento que quiso plasmar demasiadas ideas en una sóla novela, lo que lleva al lector a sentir desesperación de que por fin se resuelva alguno de los muchos conflictos.
En un sólo libro se nos plantea la desaparición misteriosa de la familia de la protagonista, la búsqueda de un diario antiguo, la doble vida que lleva el personaje disfrazada con una máscara, su relación platónica con un hombre enigmático al cual ve cada día en una librería, y la lucha con su lado oscuro que no le permitía lidiar con ninguno de sus múltiples problemas.
Me costó terminar la novela y el final fue muy decepcionante. Luego de 400 páginas donde no se aportaba casi nada a la resolución de los conflictos, todo se resuelve en 5 páginas. Como lectora, me sentí defraudada.
Además, no llegué a conectar nunca con el personaje principal llamado Ella. Se notaba claramente que era un alter ego de la escritora, lo cual por supuesto es algo común para muchos autores, pero este caso fue extremo. Ella es la mujer literata perfecta. Sus favoritos son cada uno de los clásicos de la literatura, y en el medio de tantas tragedias y un evidente problema de alcoholismo, tiene las fuerzas para tomar clases de restauración de libros antiguos. No me creo el personaje.
En fin, para terminar con una nota positiva, tal como me enseñaron en una de las empresas en que trabajé al momento de dar retroalimentación, este primer encuentro con Angela Becerra me deja con las ganas de leer más trabajos de la escritora esperando que en otras obras haya controlado su magnífica creatividad enfocándose en desarrollar un conflicto central. Se aceptan recomendaciones.