Comentarios sobre la película "Todo Niño es Especial"

Título:Taare Zameen Par (Original)- Estrellas En la Tierra (España) - Todo niño es especial (Latinoamerica)Dirección: Aamir Khan, Amole GupteProducción: Aamir Khan, Kiran RaoGuion: Amole GupteMúsica: Shankar-Ehsaan-LoyFotografía: M. SethuraamanProtagonistas:- Aamir Khan- Darsheel Safary- Tisca Chopra- Vipin Sharma- Sachet Engineer- Tanay Chheda—

“Taare Zameen Par” traducida para la versión en español como “Todo niño es especial” es una película que debe ser vista con una sensibilidad que trascienda por encima de lo emotivo, con un tacto humano y socialmente transformador sin necesidad de rebeldía ante lo establecido. Es una herencia que la actividad cinematográfica deja a la mano de todo quien se interese por la educación, por el ejercicio y la responsabilidad social del maestro.La cinta hace un recorrido estricto y detallado por un conjunto de falencias y malas interpretaciones que se tienen ante el acto de educar. La presentación del caso especial tan agudo con el que cuenta Ishaan — quien tan solo tiene 8 años — deja entrever en el descubrimiento de dichas condiciones el errado proceder típico de la sociedad, basados en unos ideales que tienden a determinar a priori los caminos del ser, en resumen, deshumaniza el acto de educar, cuando éste en vez de ello debe es forjar una plataforma para el desarrollo humanizado y humanizador.La ceguera voluntaria para la intervención que se observa en casos especiales como el del protagonista de la cinta es puntapié para reflexionar en términos de “evaluación” escolar, es decir, considerar si es conveniente o no estandarizar logros para medir el nivel de aprendizaje de una persona, y si vale la pena correr el riesgo de truncar aprendizajes alternativos y diversos, además no curriculares. Ishaan por ejemplo, evidencia la necesidad de retomar una visión de la educación como formación no institucionalizada, de alguna manera, dejar de lado modelos comerciales que van en contra del libre desarrollo y que reduce cada vez más la capacidad de percibir al ser humano como una galería de subjetividades, de deseos sensibles a decisiones que surgen de la individualidad, no de instrucciones de la colectividad.Hay dos posiciones generales que tenemos las personas sobre el futuro, una se presenta como temor frente a la incertidumbre y otra como una percepción de la incertidumbre como algo extraordinario, para afrontar ambos casos el ser humano se refugia y se adapta a través de procesos educativos para afrontar el futuro, ese futuro que no se puede comprender; sin embargo, cuando las personas se interesan en la educación para un futuro, pero ese interés está fundado en el temor es cuando se tiende al “modelo estándar” que pretende reducir riesgos, garantizar la competitividad para alcanzar el éxito, el mismo que es medido de forma estándar por unos imaginarios donde la adquisición de lo material es la medida. Así entonces, el padre de Ishaan es el reflejo del individuo sin originalidad, es la respuesta a los requisitos del hombre exitoso en sociedad que a la vez se preocupa por la educación de sus hijos pero en donde lo más importante es la medición, porque es con base en lo medido (objetivo) que se puede competir.Fue mucho más difícil para Ishaan seguir ejerciendo su capacidad de atrevimiento en medio de la cultura de la India (donde se contextualiza lo sucedido), en cierto momento de la historia su actuar arriesgado le ofreció recursos para expresarse, conocer para crear, procesos creativos que se materializaron en sus pinturas, además de la pasividad de su madre, la actitud impositiva de su padre fue en contravía de su potencial creativo, en cambio, direccionó su talento inminente hacia la depresión y el desinterés, la confusión que quizá pudo conllevar a la deserción de sus deseos. Si la familia como núcleo social básico no permitía que Ishaan se lanzara y se dejara llevar por sus deseos — que en primera instancia son mucho más específicos dadas sus condiciones neurolingüísticas — es poco probable pensar en su integración social y reconocimiento de lo aprehensible a través de las demás estructuras de acogida.La experiencia escolar del protagonista se presenta frustrante y evidencia un sometimiento inapropiado e indigno frente al adiestramiento que a “garrotazos” pretendía lograr aprendizaje. Sólo hasta la llegada de Ram Shankar (maestro de artes) es donde se nota la preocupación de éste por las condiciones especiales de Ishaan, su actuar como maestro desafió los esquemas institucionales individualizando necesidades para facilitar los ambientes adecuados que permitieran la libre exploración de Ishaan y la introspección hacia las diferencias de él frente a los demás, la que quizá es una de las tareas más difíciles como humanos, conocerse e interpretarse a sí mismo, pues en ello hay presente un dinamismo constante.—Sobre Estructuras de Acogida: Duch, J (2002), Antropología de la Vida Cotidiana: Simbolismo y Salud. Madrid; Trotta