Y llegó el fin de las vacaciones. La realidad es que amo que Constanza esté de vacaciones, así que disfrute mucho este gran periodo vacacional (dos meses) en el que echamos la flojera bien y bonito.
Hoy nos levantamos muy temprano, con la emoción a flor de piel pues Coni inicia la secundaria. Uff, que nostalgia pensar que seis años de primaria pasaron volando y que nervios imaginar a Constanza, en una escuela nueva, viviendo una etapa totalmente distinta a la que acabamos de dejar.
Como es normal, amanecimos con mucha emoción y entusiasmo, (please que esta emoción con la que desperté hoy, dure todo el año). Constanza despertó cinco y media de la mañana, yo desperté cinco cincuenta y tres acelerada porque se me había hecho tarde, así que me metí al baño a todo vapor y cinco cincuenta y nueve, ya me estaba vistiendo.
Constanza se veía toda hermosa con su uniforme, bueno, qué les puede decir esta mamá cuervo. Se le notaban los nervios a mi chaparra, sobre todo porque entra a una secundaria que también cuenta con primaria, y lo más seguro que es la mayoría de alumnos ya se conozcan de primaria, y pocos sean los niños nuevos, al menos esa fue la experiencia con mi hermana menor que fue a ese mismo colegio. Pero me quedo tranquila pues se que Coni es una niña súper sociable y confío en qué vencerá esos nervios para salir triunfante. Ya muero por ir por ella y que me cuente todos los por menores de su primer día.
Salimos seis treinta y dos de casa, los cuatro súper despiertos y contentos. Todavía estaba obscuro. Llegamos a la escuela al cuarto para las siete y esperamos unos minutos mientras abrían las puertas.
Yo regresé a casa con mucha energía, y Edgar se fue a trabajar. Isa bebé jugó toda la mañana y ahora toma una siesta.
En fin, quería retomar el blog y dejar plasmada esta linda mañana para la posteridad.
¿A ustedes cómo les fue este regreso a clases?