Comer en Santiago de Compostela: Galeón Toural

Hoy el Sr. Boinas y el Sr. Barbas fuimos a comer al Galeón, un restaurante situado en Cantón do Toural, una calle muy próxima a la plaza do Toural en la zona vieja de la ciudad compostelana.

Se trata de una cadena con varios locales en Santiago, que aparecen representados en un amplio mapa de la ciudad en la parte trasera de la carta. Me sorprendió bastante encontrarme un mapa en una carta, pero lo cierto es que no molesta y le da un toque curioso a la carta, además de que es un mapa quizá incluso más detallado que los mapas turísticos.

Es un local peculiar, por su decoración en madera creando un ambiente naval, con ojos de buey en las paredes y cuadros marineros, además de una peculiar iluminación. No tiene un comedor demasiado grande, aunque está organizado en mesas corridas con bancos, con lo que el espacio para comer abunda y es ideal para grupos.

Respecto a la carta, es inmensa. Tienen pizzas, bocadillos, hamburguesas, ensaladas y platos combinados. En general todo ello abundante y de precios razonables. Pero lo mejor son los nombres de las comidas; los bocadillos tienen nombres como Bucanero, Mástil o Barba Roja; las hamburguesas Fragata o Carabela y los perritos calientes Remero y Garfio, pero si todavía no te has convencido del humor con el que fue hecha la carta solo tienes que ir a la sección de helados donde te encuentras con toda la genealogía del capitán. Allí tienes el helado del capitán, el de la hija del capitán, el del hijo del capitán, el de la señora del capitán, y como no se quedaron a gusto, destaparon los trapos sucios de esta familia marinera añadiendo los helados de la amante del capitán y el del amante de la señora del capitán. En fin, que la carta no tiene desperdicio.

Nosotros nos decantamos por los platos combinados. El del Sr. Boinas constaba de pechuga rellena de jamón y queso, ensalada, patatas fritas y champiñones. Lo cierto es que le gustó, sorprendiéndole especialmente el relleno de la pechuga. En mi caso, pedí un plato combinado que constaba de albóndigas con salsa, un huevo, patatas fritas y arroz. El huevo estaba poco hecho, pero supongo que soy un poco quisquilloso al respecto. Las albóndigas estaban deliciosas y en general fue un plato abundante.

También tengo que mencionar que con la comida venían dos buenos pedazos de pan de bolla tradicional gallego que estaba muy rico, siempre un punto a favor del restaurante.

Como no nos quedamos a gusto, y nos hicieron mucha gracia los nombres de los helados nos pedimos un par, yo pedí el del amante de la señora del capitán, con dos sabores de helado, nata y piña. Mi compañero, el señor Boinas, se pidió el de la hija del capitán, una deliciosa copa de dos sabores de helado, nata, chocolate caliente y nueces. Si, suena bien, y sabía mejor, lo se porque no me pude resistir y le robé un pedazo. El mio estaba muy rico y era muy refrescante, pero el del señor boinas se superaba con el chocolate caliente y las nueces.

En fin, que hemos comido bien, con poste incluido por un precio razonable y nos hemos llenado. Un restaurante recomendable para ir a comer con amigos o con pareja, pues además del precio y la comida es un lugar agradable y con buen ambiente.

Silvestre Santé