Quizás no lo sabías, pero se calcula que actualmente en Estados Unidos doce de cada cien mujeres contraen cáncer de mama en algún momento de su vida, y tres de cada cien mueren a causa de esta enfermedad, por tanto es un tema que preocupa y mucho.
Hoy en día son de sobra conocidos los beneficios que aporta la fibra a nuestra dieta, concretamente en lo que se refiere a reducir el colesterol y perder peso, ¿pero y si también contribuyera a reducir el riesgo a sufrir este tipo de cáncer?.
Un reciente estudio realizado en China ha descubierto que las mujeres que comen mayor cantidad de fibra en su dieta tienen un 11% menos de probabilidades de sufrir cáncer de mama. Evidentemente no es la solución al problema, pero sin duda es interesante saberlo, ya que es un aliciente más para incluirla en nuestra dieta diaria.
Esta investigación no vincula directamente una cosa con la otra, es decir, tampoco podemos afirmar que comer fibra reduce el riesgo de cáncer, simplemente se da la circunstancia de que aquellas mujeres que comen más fibra, a la postre tienen un menor riesgo de sufrir la enfermedad.
En cualquier caso, para los investigadores estos resultados tienen bastante sentido, ya que al llevar una dieta rica en fibra, se reducen los estrógenos, los cuales en altos niveles son un factor de riesgo en lo que a cáncer de mama se refiere.
Además para que los resultados del estudio fueran más fiables, lo que hicieron fue combinarlos con los resultados de diez investigaciones anteriores donde también se había evaluado la dieta de las mujeres durante un periodo de entre siete y dieciocho años.
De las más de 700.000 mujeres estudiadas, un 2,4% tuvo cáncer de mama, pero aquellas que más consumían fibra tuvieron un 11% menos probabilidades de sufrirlo, en comparación con las que llevaban una dieta baja en fibra.
Por supuesto, se tomaron en consideración otra serie de factores de riesgo como beber alcohol, el peso, la terapia de reemplazo hormonal y antecedentes familiares de dicha enfermedad. Lo interesante, es que pudieron observar que las que más fibra consumían también tendían a llevar una vida más saludable, lo cual sin duda también contribuye a reducir los riesgos de sufrir cáncer.
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