Ahora no sólo resulta que las personas que comen grandes cantidades de sal no son más propoensos a tener presión arterial alta, sino que además son menos propensos a morir a causas de problemas cardiacos que aquellos que consumen menos sal en sus comidas.
Cuando me encuentro con noticias de este tipo siempre me suele venir a la mente la película Gracias por fumar, donde en un momento de la peli se comenta cómo las empresas tabacaleras contrataban a un científico que era capaz de demostrar lo indemostrable y de darle la vuelta a cualquier crítica que se le hiciera… Seguir leyendo