Revista Salud y Bienestar

Comer sano le cuesta a una familia tipo mucho más de lo que dice el INDEC

Por Juanpbruno
Comer sano le cuesta a una familia tipo mucho más de lo que dice el INDECUn grupo de nutricionistas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), elaboró una Canasta Alimentaria Saludable y calculó su costo según los precios vigentes de alimentos. El resultado fué que una familia tipo (2 adultos y 2 niños) debe gastar $1.576 para comer bien, un 200% más que la Canasta Básica que calcula el INDEC, la cual en el ultimo mes fué de $510.
La Canasta Básica de Alimentos (CBA) se usa para medir el nivel de indigencia, pero no expresa el valor de una alimentación saludable, es decir, una familia que tenga ingresos mayores al costo de la CBA del INDEC no cae en la indigencia (aunque si puede considerarse pobre si no alcanza a cubrir la Canasta Basica Total, que a la anterior suma el costo de bienes y servicios básicos), ya que alcanzará a subsistir, pero no a comar sano. La diferencia entre los productos recomendados para consumir explica la disparidad de precios. Los expertos de la UBA armaron una Canasta Saludable, en la que se incluye gran variedad y cantidad de lácteos (leche, yogur, queso), verduras, frutas, cereales, harinas, pastas, legumbres, pan, carnes de todo tipo y aceites. Mientras la de la UBA recomienda 4 porciones de lácteos al día, la del INDEC no llega a 2. La UBA habla de 4 y 5 porciones entre frutas y verduras, y el INDEC, de una.La Canasta Básica Alimentaria fue elaborada en 1988 y nunca actualizada. En aquel momento el paradigma de los problemas nutricionales era el hambre. Hoy lo es la obesidad y algunas deficiencias nutricionales específicas. Según la encuesta nacional de nutrición, el hambre no supera un 1,5% de los niños menores de 6 años, pero la pobreza infantil argentina se acompaña de obesidad (debido al consumo excesivo de hidratos de carbono refinados: fideos, pan blanco, azúcar) y algunas deficiencias nutricionales específicas (de hierro y B12 por el bajo consumo de carnes, de calcio por la escasez de lacteos, etc.). La canasta de la UBA es mucho más real que la del INDEC porque esta última tiene un valor económico falso y porque no cubre ni los nutrientes necesarios mínimos. Las leyes de la economía postulan que cuando la oferta abunda, los precios tienden a un sano equilibrio. No es el caso de la Argentina de los últimos cuatro años, donde se producen alimentos suficientes para alimentar a 442 millones de personas, y sin embargo hay varios millones que siempre padecen hambre... ¿No le parece necesaria la intervención del Estado? El Estado no debe intervenir en los precios, pero si implementar políticas que alienten inversiones productivas en agroalimentos, para que haya una oferta variada y suficiente de alimentos. Es su responsabilidad asegurarle el consumo de alimentos a esos 5 o 6 millones de personas que tienen hambre. El subsidio del Estado debe ser focalizado.

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