De todos los países de Europa, los del este son los más complicados a la hora de comer. Debido a que la mayor parte de los que viajamos desde esta parte del mundo descendemos de inmigrantes italianos, españoles, franceses y en menor cantidad de otros países (en mi caso, de polacos) la propuesta gastronómica de los países del este puede significar una grata sorpresa o transformarse en una verdadera tortura, ya que muchos de los ingredientes o combinaciones que usan para preparar los platos pueden resultar letales para paladares tradicionales o no acostumbrados a ese tipo de sabores.
Pero claro está que cuando se habla de gastronomía la oferta es muy amplia y abarca no sólo comida sino también bebidas (alcohólicas en todas sus formas) e incluso aquellas que están globalizadas en todo el mundo (como café, té o aguas) aunque claro está, con un toque diferente en cada uno de los lugares en los que se las consume. En este posteo quiero compartir con ustedes algunos de los sitios que pueden tener en cuenta a la hora de disponerse a comer o beber en la maravillosa ciudad de Praga, la cual tiene en su haber una oferta muy amplia y a la que se le dedica un lugar de privilegio en casi todas las guías de turismo.
LOS BOHEMIOS CAFÉS DE LA CIUDAD DE KAFKA
Los cafés abundan en cada una de las zonas de la ciudad y cada uno de ellos merecen la pena una visita. Claro está que son tantos que los días generalmente no alcanzarían para recorrerlos todos pero aquí les recomiendo algunos que no deberían dejar de conocer y de degustar algunos de los cafés, chocolates especiales y confituras y pastelerías que ofrecen a los clientes.
El Café Per Lei ubicado en el corazón de la Karlova (Stare Mesto) es fácil de reconocer por la dama de madera que se exhibe en el ángulo del edificio. POr su importancia y belleza bien podrían tomarlo como kilómetro cero de la recorrida cafetera.
A escasos metros del Cementerio Judío se encuentra el Café Franz Kafka. Enclavado en el Barrio de Josefov este café es uno de los más visitados por los turistas que llegan ahasta allí buscando algo del espíritu del genio de Kafka y para admirar el cuidado estilo art nouveau del edificio. Es una buena opción para hacer un alto cuando se recorren las sinagogas de la zona o el cementerio.
El Chapeau Rouge es un café tradicional ubicado frente al Palacio del Ayuntamiento y la Torre de la Pólvora. De estilo parisino y con reminiscencia Art Nouveau es un lugar de privilegio para admirar una de las esquinas más movidas e interesantes de la ciudad, además de un interesante acceso al casco histórico.
RESTAURANTES Y BARES
Este lujoso hotel camino a la Plaza San Wenceslao ofrece menúes ejecutivos a muy buenos precios
Restaurante homenaje al Golem en el Barrio de Josefov a escasos metros del Cementerio Judío
Restaurantes especializados en comida kasher
Al otro lado del Puente Karlo, en el corazón de Mala Strana verán restaurantes y bares que más que sitios de comida parecen verdaderos tenplos de arte. Los dueños de estos locales se ocupan cuidadosamente de la decoración y ambientación tanto interna como exterior. Vean algunos ejemplos.
El demonio con cara de borracho custodia la entrada del U Certa, uno de los más típicos en la zona.
Las pizzerías no abundan en Praga aunque poco a poco están comenzando a ocupar lugares turísticos y poblados de turistas. Si andan por la Iglesia de San Míkulas frente a la Catedral del Tyn les recomiendo San Nikola, donde además de servir una de las mejores pizzas de la ciudad podrán hacer un paréntesis en los sonidos de la lengua checa y oír un poco de italiano y español (gran parte del público que asiste es italiano e hispano).
La otra que les recomiendo que no dejen de visitar es esta ubicada en Josefov muy cerca de los principales puntos turísticos del barrio. Además de servir una muy buena pizza y una variada oferta de cafetería (que bien puede transformarse en una opción de almuerzo rápido o comida al paso) no dejen de detenerse un tiempo frente a la fachada principal y admirar los colosos que sostienen el balcón ubicado sobre ellos y que es parte de un departamento construído allí.
LA COMIDA CALLEJERA: UN IMPERDIBLE DE PRAGA
Praga tiene opciones para todos los bolsillos y todos los gustos. Si son de esos viajeros que prefieren la comida callejera para probar sabores locales, en esta ciudad se sentirán como nunca antes en otro sitio. En la zona de la nueva peatonal comercial (ubicada en línea recta a la Plaza de San Wenceslao) verán decena de puestos dedicados a la venta de embutidos de todo tipo, hamburguesas, y los tradicionales panchos pero hechos con varios tipos de salchichas (tengan en cuenta que la salchicha en el este es una de las comidas mas difundidas y los pobladores de la zona verdaderos maestros en su cocción).
Por pocos euros pueden comprar diferentes opciones en combo (generalmente con gaseosa pequeña) y sentirse más que satisfechos para seguir en el camino. Lo que sí debo confesarles es que pocas comidas son tan adictivas como las que ofrecen estos puestos. Por las cuestiones bromatológicas no se hagan ningún problema por que jamás habrán visto un sitio tan limpio, pulcro y con un orden de la mercadería verdaderamente prusiano.
No se los pierdan... (yo sé porqué se los digo)
La otra opción son estos conos que son una especie de panqueque enrollado y que viene relleno de manzanas, cereales y miel.
Estos son la versión checa de nuestros cañoncitos porteños pero sin dulce de leche
En los bares frente al reloj de Praga también se consiguen exuisiteces al paso tanto de día como de noche
Y si la opción de la comida callejera no los convence... siempre hay almacenes tradicionales repletos de comida y bebida para armar el propio menú.
En la zona de Mala Strana muchas veces se confunde la línea entre bar y café y en algunos casos llegan a incluír menúes para turistas al paso.
La cerveza es muy barata en Praga y por muy pocos centavos se pueden hacer de un gran porrón tirado.
Algunos bares se ubican en antiguas casonas medievales
o en casas que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial (esta es un verdadero ícono)
Para los amantes de la noche y los sitios mas globalizados, Praga ofrece la opción de tragos y comidas de los tradicionales Hard Rock Café. (Si deciden ir, les recomiendo que antes de entrar recorran la manzana donde está ubicado el café y vean las maravillas arquitectónicas y pictóricas que hay con solo levantar la vista)
Y para quienes quieran la opción de tragos más fuertes con música y son del caribe pueden visitar la filial checa de La Bodeguita del medio, bar tradicional cubano que en La Habana hiciera famoso Hemingway y que allí aún sobrevive desde los años en que Praga formó parte del bloque comunista y estuvo bajo la órbita soviética.
Como verán la oferta de comidas y bebidas en Praga es más que amplia y se adapta a todos los bolsillos. Los desayunos rondan los 2.5 euros y los almuerzos y cenas promedian los 10 euros. Las bebidas cuestan 0.50 euro la cerveza tirada o 1.50 euro la botella de 600 cm. Aguas y gaseosas, sorprendentemente son más caras.
Aquí les dejo un link con algunas de las comidas más tradicionales que encontrarán alllí.
Prueben de todo y a la vuelta nos cuentan.