Un nuevo estudio realizado por el médico David Spence, sugiere que las yemas de huevo pueden acelerar la aparición de enfermedades cardiacas casi en la misma medida que fumar. El estudio publicado en línea en la revista Atherosclerosis concluyó que comer yemas de huevo de forma regular incrementa la acumulación de placa (conformada por colesterol, grasa, calcio y otras sustancias) cerca de dos tercios en comparación con fumar.
Específicamente, los pacientes que comían tres o más yemas a la semana tuvieron significativamente más placa que quienes la ingerían dos o menos veces por semana.
El problema es la yema, no el huevo, dice Spence, quien también es profesor de neurología en la Universidad del Oeste de Ontario, en la Escuela de Medicina y Odontología. “La yema de un huevo grande de gallina tiene cerca de 237 miligramos de colesterol”.
La clave es mantener una dieta baja en colesterol, dijo Spence. Incluso si eres joven y saludable, comer yemas de huevo puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en el futuro.
Para aquellos pacientes con enfermedad arterial coronaria, como es el caso de los diabéticos, comer una yema de huevo al día puede incrementar el riesgo coronario de dos a cinco veces, añadió.
La arteriosclerosis, también conocida como la enfermedad arterial coronaria, sucede cuando la placa se acumula en los vasos sanguíneos que llegan al corazón, específicamente en la pared arterial interior, limitando la cantidad de sangre que puede pasar.
Los investigadores estudiaron a 1.231 pacientes de la clínica de prevención vascular del Centro Universitario de Salud Hospitalaria de Londres, con un promedio de edad de 61,5 años. Cada paciente ya había experimentado un pequeño accidente cerebrovascular; padecían de presión arterial alta, hipertensión o tenían un historial familiar de enfermedades cardiovasculares.
Spence dice que los investigadores decidieron estudiar a pacientes con un mayor riesgo de padecer problemas cardiovasculares, ya que hubiera sido más difícil obtener resultados visibles si se hacia el estudio en la población general con menores riesgos.
A los pacientes se les solicitó llenar un cuestionario sobre su dieta, su estilo de vida y los medicamentos que tomaban, incluyendo la información sobre cuánto fumaban y el número de yemas de huevo que consumían. Se les practicó un ultrasonido para examinar su acumulación de placas. Los investigadores consideraron factores como el sexo, colesterol, presión arterial, su consumo de tabaco, índice de masa corporal y si padecían diabetes.
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Fuente: sabiasque.net