Empecemos por definir, que es un activo. Se considera «activo» a aquellos bienes o derechos que tienen un beneficio económico a futuro. Por lo tanto, y partiendo de esta definición, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que los comerciales son el principal activo de cualquier empresa, ya que el fin último de cualquier negocio es vender sus productos o servicios, tarea que han de desempeñar los vendedores.
Partiendo de este axioma, deberíamos de plantearnos como efectuar los procesos de selección del personal que compone el departamento comercial, como motivar y retener a los que ya forman parte de nuestro equipo, y si lo que queremos es optimizar los recursos de los que disponemos, lo mejor sería formar y cualificar a nuestros comerciales, lo que nos ahorraría cantidades ingentes de dinero así como tiempo, uno de los bienes intangibles más valorados en la actualidad.
Por lo que invertir en formar, motivar y cualificar al equipo comercial debería de ser tan importante como contar con las mejores herramientas de producción y fabricación. Y sin embargo son pocos los que apuestan por el talento de los vendedores, que son el reflejo de la empresa en la calle.
Por eso desde aquí rompo una lanza en favor de todos esos incansables comerciales, que día tras día, visita tras visita, hacen posible que nuestros productos lleguen a su destino, convirtiéndose en el principal ACTIVO de las empresas.
Sergio García
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